Madrid.— La escolarización de los menores y su incorporación progresiva al sistema educativo, mientras se facilita su adaptación al entorno, son algunos de los principales objetivos de la operación de acogida, implementada por el gobierno español para responder a las necesidades de las más de 300 familias afganas que llegaron al país ibérico en calidad de refugiadas, junto a otros demandantes de asilo que viajaron solos y que fueron evacuados tras la victoria de los , el pasado 15 de agosto.

En promedio, la edad de las más de mil 700 personas acogidas en España es de 22 años y la mayoría han arribado desde con sus familias. La persona de referencia del grupo tiene de media entre dos y tres hijos. Del total de personas atendidas a su llegada a Madrid, 47% son mujeres y 53% hombres; además, fueron registrados 975 menores de edad, según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

“Nuestra prioridad ha sido que estas familias evacuadas puedan empezar su nueva vida en cuanto antes, para lo que era necesario ser ágil en las derivaciones hacia los recursos, en los que ya inician su proceso de integración”, apunta el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá.

Una vez que manifestaron su voluntad de pedir asilo, se realizaron pruebas de antígenos por Covid a todos ellos. Hasta el momento no ha habido más que un caso positivo detectado, indicó el ministerio español encargado de la operación de acogida que se llevó a cabo bajo el nombre de Antígona.

La dependencia ministerial acompaña a las familias afganas en todo su proceso de acogida: desde los trámites burocráticos, hasta la tramitación de la tarjeta sanitaria para poder acceder al sistema público de salud, pasando por la escolarización de los menores y el acceso a los servicios sociales del municipio.

En una primera fase, los refugiados se derivan a una plaza de acogida, que puede ser un departamento o un centro social, donde permanecen durante seis meses, ampliables a nueve si las necesidades de los solicitantes lo requieren. En estos centros conviven con personas de otras nacionalidades, todas ellas demandantes o beneficiarias de protección internacional. Los recursos necesarios para su arraigo en diferentes regiones de España son financiados íntegramente por el Ministerio de Inclusión, aunque los gestionan diferentes entidades.

Seis meses para poder trabajar

“Tengo que esperar seis meses para poder trabajar, no me gusta estar parado en casa sin hacer nada. Aunque sé que la situación laboral está mal, vamos a pelear para salir adelante”, señala a Radio Televisión Española el afgano Momín, el único de su familia que habla castellano.

El traductor que colaboraba con el ejército español en Afganistán arribó a España como refugiado con su mujer, su hermano pequeño de diez años, y sus dos hijas. “Estuvimos tres días fuera del aeropuerto [de Kabul]. La situación era terrible, más aún con un bebé de apenas un año. Afortunadamente los soldados españoles nos ayudaron, no podíamos aguantar más”, asegura al evocar los momentos en los que temió por su vida y la de su familia.

Desde hace unas semanas, Momín y los suyos viven en un departamento de acogida en un barrio de Madrid al que aún se están adaptando con ayuda de la Cruz Roja Española. “Estamos felices, seguros y en un país libre. Afganistán está destruido, no se puede vivir”, lamenta.

La permanencia en el Sistema de Acogida de Protección Internacional es de 18 meses, que se prorrogan a 24 meses en caso de vulnerabilidad de las personas, con el objetivo de asegurar al máximo su inclusión en la sociedad de acogida, explican fuentes ministeriales.

Durante su permanencia en el programa de protección internacional, además de tener cubiertas las necesidades básicas como alojamiento y comida, los afganos tienen derecho a asistencia sanitaria, legal y psicológica. También reciben clases de español y orientación y formación laboral por parte de un equipo multidisciplinar, lo que les permite ganar autonomía para conseguir un trabajo y lograr así independizarse lo antes posible.

¿Dónde están los refugiados?

El deterioro de la situación en Afganistán, incluso antes de que los talibanes recuperaran el poder, obligó a millones de personas a huir:

De acuerdo con la Agencia para los Refugiados de la ONU, Paquistán es el país que alberga a la mayor cantidad de afganos desde hace años : 1.4 millones. En Irán se calcula que hay otros 780 mil.

Europa ha recibido a unos 557 mil, de los cuales la tercera parte se encuentra en Alemania.

Estados Unidos ha albergado a unos 200 mil. Tras el regreso talibán (el 15 de agosto), México recibió a casi 400, muchos de ellos periodistas, con sus familias.

Sin embargo, se te-me que la situación se agrave y que para fines de este 2021 otros 515 mil afganos busquen refugio en otros países, lo que requerirá del apoyo de la comunidad internacional.


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