Ante la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19 en la , algunas personas modificaron su modo de transporte, con el fin de evitar posibles contagios, utilizando taxis, transporte privado por medio de aplicaciones móviles, e incluso optaron por la bicicleta, aunque a la mayoría no le quedó de otra que seguir utilizando el público.

En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL en el Centro de Transferencia Modal (CETRAM) ubicado en Pantitlán, se observó que la gente utiliza los camiones, microbuses y combis, principalmente por el costo de los pasajes, pues hacerlo en otro medio significa sobrepasar sus recursos.

“Sí da miedo por eso de la pandemia, porque la gente usa mal el cubrebocas y ni sabe uno si se lavan las manos.

También lee: 

“Pero por eso hay que tener sus precauciones, porque sí estaría padre irse en Uber, pero sólo trabajaría para pagarlo.

“Tengo que usar el camión porque es para lo que me alcanza”, comentó Aimé Rosas, quien va de Pantitlán a Buenavista.

Dulce Patiño es otra pasajera del transporte público que se ha tenido que conformar con usar las unidades concesionadas.

Expuso que los primeros días las medidas de higiene y seguridad se seguían al pie de la letra en los camiones, pero que ahora se han rejalado tanto que mucha gente no utiliza el cubrebocas adecuadamente e incluso come dentro de las unidades.

“Todo mundo trae su cubrebocas, es algo ya normal, pero parece que ya pasó la pandemia, pues la gente anda como si nada, se lo pone para subir y luego arriba se lo quita”, comentó.

También lee: 

Javier González es vecino de Chimalhuacán y se traslada en Mexibús hasta Pantitlán, posteriormente utiliza un taxi para llegar a su lugar de trabajo.

Aseguró que prefiere hacerlo así, pues sólo tiene que ir una vez a la semana al lugar donde labora; sin embargo, comentó que esa decisión es más por comodidad que por seguridad.

“La verdad ya no estoy tan preocupado por no contagiarme como lo estaba antes, ahora sí tomo mis cuidados, pero ocupo el taxi más por no ir apretado en el Metro”, comentó.

Al preguntarle a otros usuarios de taxis sobre la seguridad que sienten, la mayoría comentó que no sentían mucho, pues las unidades siguen sucias y, aunque prefieren tomar una unidad de aplicación móvil, que están sanitizados, es más rápido acceder a un taxi.