Vecinos de La Purísima, en Ticomán, de la alcaldía Gustavo A. Madero, lograron parar la maquinaria con la cual el Gobierno capitalino pretendía comenzar a excavar el pasado viernes, para colocar la torre número 18 del Cablebús hacia el pueblo de Cuautepec.

La maquinaria comenzó a retirarla la autoridad la misma noche del pasado viernes y concluyó ayer, luego de iniciar la resistencia civil pacífica sobre la calle Plan de Ayutla, esquina con Escuadrón 201, además de que recolectan firmas para presentar una queja ante la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.

De nada valió la intervención de Manuel Fernando Galindo Altamirano, recién nombrado director General del Sistema de Transporte Público Cablebús, quien la tarde del viernes llegó a la calle Escuadrón 201 y Plan de Ayutla para escuchar a los vecinos.

Aunque logró calmar a la gente, molesta por la falta de información, los vecinos le reclamaron que no hayan efectuado una consulta ciudadana, así como por la manera arbitraria con la que procedieron, ya que estaban por iniciar los trabajos sin escuchar sus reclamos.

Junto con el funcionario llegaron José Rodríguez y Carlos Piña, directores territoriales de las zonas siete y 10, respectivamente, así como la hermana de la diputada federal de Morena, Beatriz Rojas, quienes intentaron intimidarlos para permitir el inicio de los trabajos, acusaron los residentes.

Sin embargo, ayer los vecinos advirtieron que no van a permitir dicha obra, “porque es una decisión de todos que no pasarán”, resaltó Angélica García, habitante de la calle Escuadrón 201.

Cabe destacar que esta vecina fue la que dio la voz de alarma, cuando la noche del pasado jueves llegaron los trabajadores a colocar la maquinaria, “y con prepotencia me dijeron que comenzarían a laborar para construir uno de los postes que sostendrán la estructura del Cablebús”, denunció.

Explicó que esa noche “unos sujetos, que afirmaron ser ingenieros, sólo me dijeron que aquí caía uno de los postes del Cablebús. Pero nada de eso sabíamos, cuando se supone las máquinas las iban a poner sobre la calle Miguel Bernard, y de repente vienen y nos ponen esto aquí. No queremos que nuestras casas se echen a perder por el peso que tendrá esa construcción”.

Tras el retiro de la maquinaria en Ticomán, los vecinos dijeron que recolectan firmas para llevarlas a la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, con el fin de defenderse de lo que consideran una violación a sus derechos, “porque el Gobierno quiere realizar una obra para la que nunca fuimos consultados ni informados”.

En tanto, Alfredo Cabildo, habitante de la calle Plan de Ayutla, expuso que la construcción del Cablebús “afectaría la ya de por sí difícil vialidad y aumentaría el tráfico, pues las calles son muy angostas y con pocas vías de salida, por lo que las avenidas principales siempre están congestionadas”.

“¡No queremos el Cablebús!”, “¡llevense sus máquinas!”, “¡no nos vamos a ir de aquí hasta que se lleven sus máquinas”, “¡a fregadazos o como sea defenderemos nuestras casas!”, fueron algunas de las consignas que lanzaron los colonos, mientras retiraban los últimos utensilios de trabajo los empleados del Gobierno capitalino.

Una de las vecinas, Lorena Gómez, recordó que el viernes pasado le dijo a Galindo Altamirano que “nos vinieron con el cuento de que la obra es para beneficio de los vecinos de Cuautepec, pero todos hemos dicho que no queremos la obra. Debe quedarle muy claro”.

Reveló que Galindo se comprometió a no realizar ninguna obra sin el consentimiento de los vecinos, por lo que desde el viernes pasado anunció que retirarían la maquinaria, aunque no les han entregado algún documento firmado para oficializar su promesa.

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