Vienen como turistas a la Ciudad de México y se enfrentan con ubicadas en el Centro Histórico. Esta práctica, aseguran algunos, los obliga a pagar cuentas que no son acorde a lo que consumieron.

Testimonios recabados de visitantes provenientes del interior de la República, Kansas City, Virginia o Florida, en Estados Unidos, todos ellos mexicanos, señalaron que quienes los “reclutan” para invitarlos a lugares determinados, no les informan sobre los precios, y que al estar en dicho sitio, se dan cuenta que todo está al doble del valor.

Por ejemplo, muchos han tenido que pagar cerveza y desayunos más caros, las cuentas oscilan entre los 300, 900 y hasta más. Les cobran cover para ingresar cuando a otros no. Sin embargo, también hay otras personas que aseguran lo contrario, y que en su estadía en el Centro Histórico no han vivido una experiencia similar.

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La Autoridad del Centro Histórico informó que han desarrollado acciones para evitar abusos en los cobros en los restaurantes y bares, donde, incluso, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha clausurado lugares y las autoridades capitalinas han quitado a los “jaladores”, quienes invitan a ingresar a estos sitios.

Leny, una turista de Virginia, Estados Unidos, pero originaria de Michoacán, contó a EL UNIVERSAL que “primero la muchacha que nos reclutó nos dijo que nos iban a subir a una ‘emperrada’ y que nos iban a dar un shot, que era jugo realmente.

“Llegamos y el precio de la cerveza [costaba] como lo triple que lo puedes encontrar, digamos, en Regina. No te dicen cuánto, e incluso, los mismos empleados se estaban peleando. Nos quedamos una hora y nos fuimos, nos cobraron cover, lo que a nadie”, detalló.

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Su esposo Moisés José, declaró: “La verdad ni a cerveza sabía, no estaba buena, no me acuerdo del nombre del lugar, sólo que estaba en Madero”.

Pedro López dijo que los restaurantes frente a la plancha de Zócalo incurren en estas prácticas, sobre todo en los horarios de desayunos.

“Te dan un menú de entrada y ya cuando estás dentro te dicen: ‘Faltó agregar esto y lo otro’. Checas tu cuenta y son 400 pesos, pero terminas pagando 900 y se te acercan y te dicen que debes pagarlo”, aseveró.

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Supervisión y clausuras

De acuerdo con información de la Autoridad del Centro Histórico, se han hecho recorridos por la zona y “se detectó que diversos establecimientos, ubicados en la calle de Monte de Piedad número 11 y 13, han incurrido en conductas violatorias de la Ley Federal de Protección Consumidor”, como es el uso de violencia física y amenazas para cobrar; omisión en dar información sobre los precios, uso de publicidad engañosa y abusiva, así como utilizar “jaladores” y volanteros que hostigan a peatones y posibles clientes.

Por ello, el 2 de junio, junto con el Instituto de Verificación Administrativa (Invea), se apercibió a cuatro establecimientos por no tomar la temperatura y falta de registro con el QR. “Se advirtió la notoria inconformidad de algunos comensales en cuanto a los precios de bebidas y alimentos”. En una acción posterior, se quitó a 13 “jaladores”.

Durante una revisión a 14 restaurantes, la Profeco detectó que cuatro no informan los precios totales, comercializaban productos caducos, no informan que la propina es obligatoria, entre otros, por lo fueron colocados sellos de clausura. Siete estaban cerrados o desocupados y tres cumplían las reglas.

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