Todo está listo para que el próximo miércoles se lleve a cabo la elección del presidente del Tribunal Superior de Justicia de la CDMX, en la que, nos aseguran, todo pinta para que se reelija en el cargo el magistrado Rafael Guerra Álvarez. El pasado 15 de octubre, el pleno notificó que, además de don Rafael, también se inscribió a la contienda la magistrada Celia Marín Sasaki. Nos dicen que doña Celia no es una mala candidata, pero se concentró en hacer campaña fuera del tribunal y no buscó convencer a sus pares. Esta estrategia, nos dicen, podría facilitar la reelección del magistrado Guerra.

Revocación de mandato, la prioridad para Morena

Un cambio de señal mandó el dirigente de Morena en la capital del país, Tomás Pliego, a todos los líderes territoriales. Nos platican que durante el encuentro que hubo en la sede estatal del partido se les dio la instrucción de dejar toda la actividad política que están realizando y que se enfoquen en reunir las firmas necesarias de cara al proceso de consulta sobre la revocación de mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador. Entre los líderes que estuvieron en la reunión destacan Vidal Llerenas, Dolores Padierna, Jesús Martín del Campo, Nancy Núñez, Valentina Batres, Leticia Estrada, Carol Arriaga y Carlos Hernández Mirón. Nos dicen que, para evitar pleitos o confusiones, les dejaron en claro que todo se procesará a través de la organización civil La Democracia Sigue, que encabeza Gabriela Jiménez.

Herencias malignas en el Congreso

Parece que las malas herencias siguen en el Congreso de la Ciudad de México. Ahora es el caso de la empresaria Flor de María Adame, quien desde el año pasado le vendió al Congreso 550 cartuchos de tóner al precio de un millón 370 mil 980.80 pesos. El problema es que el pago que correspondía a Adame lo realizaron “erróneamente” a la empresa Grupo 85, S.A. de C.V., y ella sigue sin recibir un centavo por ese servicio. Y aunque el entonces contralor del Congreso local, Jorge Real Sánchez —hoy funcionario de la alcaldía Miguel Hidalgo—, reconoció el adeudo y responsabilidad del extesorero Armando López Fernández, y de otros de sus empleados, a ninguno le han fincado responsabilidad. Y lo peor es que no se ve que esta Legislatura vaya a pagar por esos platos rotos que le heredaron.

La emoción de la nueva alcaldesa de Naucalpan

La alcaldesa electa de Naucalpan, la panista Angélica Moya Marín, está muy emocionada por asumir el cargo el 1 de enero próximo, pero quienes conocen a fondo las entrañas del ayuntamiento nos dicen que debería estar más preocupada, pues asumirá una administración en la quiebra económica, con cuentas bancarias embargadas y una reducción de más de 480 millones de pesos en participaciones federales, sin tomar en cuenta los altos niveles de inseguridad que ahí se viven. La cosa no es para emocionarse.