Entre selfies, abrazos, uno que otro cuestionamiento y gritos de “¡presidenta! ¡presidenta!”, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, rindió ayer su Cuarto Informe ante el Congreso de la Ciudad de México.

Sin el acompañamiento de gobernadores o de corcholatas presidenciables, y la ausencia de cinco alcaldes de oposición: Sandra Cuevas, Lía Limón, Alfa González, Mauricio Tabe y el recién destapado Santiago Taboada, la mandataria capitalina dio un mensaje por casi 40 minutos.

Con el cabello completamente recogido y un vestido sastre color azul marino, Sheinbaum llegó a bordo de un vehículo minutos después de las 09:00 horas al recinto legislativo, luego caminó por la calle de Donceles y saludó a sus simpatizantes, quienes llegaron antes de las 07:00 horas, a cambio recibieron un sándwich y un jugo, y para animarlos, antes del mensaje, les pusieron canciones de Los Tigres del Norte.

En la entrada del Congreso ya esperaban diputados y la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno federal, Rosa Icela Rodríguez, quien también la acompañó en el mensaje que ofreció en el Auditorio Nacional el lunes 3 de octubre, como representante del presidente López Obrador.

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A su entrada al salón de plenos surgieron los aplausos por parte de los diputados morenistas. Subió a la tribuna y se sentó junto al presidente de la Mesa Directiva, el priista Fausto Zamorano, y escuchó los posicionamientos de los grupos parlamentarios.

“Queremos una presidenta como usted en nuestro país”, expresó Jesús Sesma, integrante de la Asociación Parlamentaria Alianza Verde Juntos por la Ciudad, lo que desató los gritos de “¡presidenta! ¡presidenta!”, por parte de los morenistas. En los panistas hubo muecas y caras largas.

El perredista Jorge Gaviño aseveró que si bien su aspiración es completamente legítima, también resulta anticipada y ha derivado “en que muchas de sus acciones de gobierno, en lugar de políticas públicas, se confunden con actos propagandísticos”.

Ricardo Rubio, del PAN, señaló que los feminicidios se han elevado en los últimos meses, pero al final le extendió la mano para que haya diálogo. La morenista Martha Ávila aseguró que la jefa de Gobierno “es una mujer de resultados, nos da esperanza y nos permite soñar; (...) ya es tiempo de las mujeres”.

Destaca seguridad

Al dar su informe, Sheinbaum aseguró que atrás quedaron la corrupción, la hipocresía, el odio, la exclusión, el racismo y el clasismo. “Cambiamos la forma de gobernar, (…) porque aquí históricamente se han construido caminos de derechos y no de exclusión”, enfatizó.

Cerca de siete minutos los dedicó a destacar los logros en materia de seguridad: reducción de 54% en delitos de alto impacto de enero de 2019 a septiembre de 2022; reducción de 27% en muertes violentas de las mujeres con respecto a 2020 y un incremento de 55% en la detención de agresores.

A lo largo de su informe fue interrrumpida con aplausos en más de 20 ocasiones.

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Reconoció entonces el trabajo de los policías y del secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, junto al secretario de Gobierno, Martí Batres, y la fiscal general Ernestina Godoy. Los aplausos resonaron por todo el recinto. Sheinbaum concluyó su mensaje con vítores, luego vinieron selfies y abrazos... y se fue del Congreso con el puño en alto.

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