Zinacantepec, Méx.— En la Laguna de Ojuelos donde antes había peces y aves, ahora solamente hay llantas y basura, denunciaron los habitantes de San Luis Mextepec, en Zinacantepec, quienes acostumbraban ir a pescar a este atractivo turístico en la Zona Metropolitana del Valle de Toluca, pero desde el año pasado, debido a la falta de lluvias, comenzó a secarse.
Desde hace un año, los esfuerzos por parte de los ciudadanos por rescatar el cuerpo de agua es insuficiente y piden la intervención de las autoridades municipales o estatales, pues de 2020 a la fecha se secó 90% del lugar.
“Era un sitio tradicional donde podíamos pasar la tarde, un domingo familiar y que tradicionalmente era un sitio donde pescar variedades muy diversas, pero ahora es un tiradero de basura”, lamentó José, lugareño.
Los vecinos comentaron que el año pasado, al ver los daños al cuerpo de agua, alumnos de diversas escuelas de esta demarcación realizaron jornadas de limpieza. Se organizaron para retirar pet, neumáticos, bolsas de plástico, pero “de casi nada ha servido porque la gente tomó como un tiradero clandestino este lugar y amanecen bolsas repletas de desechos”, criticó el ejidatario.
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Explicó que anteriormente pescaban, pero hace aproximadamente cuatro años el ayuntamiento advirtió sobre los riesgos de seguir con esa actividad, pues este espacio ecológico estaba completamente contaminado, especialmente por el lirio que proliferó en poco tiempo y que provocó la presencia de especies peligrosas, gases tóxicos y el agua estaba particularmente sucia.
“Todo fue creciendo y empeorando con el incremento de fraccionamientos en la zona aledaña, porque antes no había tanta gente ni casas, el agua que alimentaba el lugar venía del Nevado de Toluca, pero el agua fue empleada para el servicio de los habitantes que llegaron a esas nuevas casas”, expresó Luis Fernández, otro de los habitantes.
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En 2016, el ayuntamiento informó que no contaba con el presupuesto necesario para el saneamiento de la laguna, por lo que únicamente lanzaron la alerta entre los habitantes sobre el riesgo de continuar acudiendo al lugar para esparcimiento, toda vez que los niveles de contaminación eran graves.
“Nos dijeron las autoridades que no deberíamos continuar utilizando el lugar para venir a pasear, pero era un sitio tradicional y ahora no sabemos quién se hará cargo de limpiarla. Nosotros lo que buscamos es que nos ayuden a recuperar el lugar, sembrar peces, antes venían hasta patos y garzas, ahora únicamente vemos pedazos de autos, colchones y hasta animales como perros, vacas o cochinos aquí tirados muertos”, añadió Luis.
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Agregó que en la presente administración las condiciones se han tornado adversas para rescatar la laguna, pues el presidente municipal, Gerardo Nava, estuvo desaparecido por un largo periodo el año pasado y después fue vinculado a proceso por ser presuntamente responsable del homicidio del regidor del PRI, José Luis Álvarez en marzo de 2020.
“Desde entonces no tenemos claro quién es la autoridad a la que debemos acudir para que nos ayude, lo que tenemos es la intención de sanear el lugar, recuperarlo y que se convierta en lo que fue al principio, antes de que se poblara el municipio al grado de secar la laguna”, añadió.
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Refirió que se convirtió en un espacio peligroso, pues tan sólo el año pasado fue localizado un cadáver en la laguna, “no supimos si fue alguien que vinieron a aventar o si se ahogó de borracho”, explicó el ejidatario.
La laguna se ubica a 5 kilómetros de Toluca, está junto a la localidad que se dedicó a la venta de pescados y mariscos en Zinacantepec, y según los pobladores, para principios de febrero debieron comenzar las lluvias para alimentarla, pero hasta el momento no se han registrado, lo que complica la recuperación.