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“Pasé de soñar que volaba a hacerlo mientras estoy despierta”, dice Abi Génesis Cruz Domínguez. Para ella, el sueño de ser piloto comenzó hace 10 años, cuando en su adolescencia veía sobrevolar los helicópteros de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). Hoy, a sus 29 años, no solo lo cumplió, sino que se convirtió en la primera capitana que pilota una aeronave del agrupamiento Cóndores de esa dependencia capitalina.
Génesis lleva más de cinco años en las nubes, y en ese tiempo ha pilotado más de 110 horas de vuelo. Lo que comenzó como un efímero sueño de llegar al cielo, desde su natal Acapulco, Guerrero, lo ha concretado a lo largo de su trayectoria, pues a sus 24 años, en su primera oportunidad como capitana, despegó un helicóptero Bell 412 en la zona de Campeche donde llegó a volar hasta por 8 horas diarias.
A sus 19 años se sentía perdida: no sabía a qué quería dedicarse, pero al ver por primera vez sobrevolar sobre ella a un helicóptero supo que “algún día estaría ahí”.
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Lo que comenzó con miedo en cada vuelo, en su formación que duró dos años, en la Escuela de Aviación Mexicana, a expertise, entrenamiento y arduo trabajo de campo, lo ha convertido en satisfacción y pasión: “Tienes que sentir la máquina y conocerla; para ser piloto necesitas vocación y pasión, pero eso conlleva riesgos y responsabilidad: un fallo en el aire no te perdona”.
“Fue amor a primera vista”, dice la piloto
“Fue amor a primera vista” así define la piloto acapulqueña su amor por las “máquinas”, como llama a los helicópteros quienes más que ser el medio de transporte para desempeñar su labor son sus compañeros, a quienes en cada vuelo les encomienda una excelente jornada: “en cada emergencia y patrullaje tengo una sincronía con ellos, les cuento de qué va el recorrido; como voy sola el helicóptero se vuelve mi copiloto” narra apenada y entre risas la capitana.
La curiosidad y determinación por pertenecer al agrupamiento de los Cóndores de la SSC la llevó a ser la primera mujer en 45 años en ser nombrada capitana: “Cuando venía de visita y pasaba por Hangares, veía a los cóndores y les tomaba fotos y al verme aquí, usando su uniforme, volando sus helicópteros, me parece un logro”, recuerda con orgullo la capitana Abi.
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La jefa de pilotos Cruz Domínguez tiene jornadas extenuantes que comienzan desde las cinco de la mañana y aunque cada día es distinto, pues, puede estar en el módulo de vigilancia, en la ambulancia aérea, policiaca, “La pasión es lo que te lleva a subirte al helicóptero”
Génesis aún no sabe dónde termina el viaje junto a su “máquina” pues para ella ha sido un sueño y no quiere que la despierten, pero asegura que “no hay más para mí que estar en un helicóptero y el límite solo es el cielo”, dijo.
Lee mañana miércoles la entrevista completa en EL UNIVERSAL
