Por la pandemia por Covid-19, la agenda de violencia de género en la tiene que adaptarse para atender delitos que se han incrementado por el confinamiento, principalmente la violencia familiar y la digital, asegura la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDH), Nashieli Ramírez Hernández.

Considera que aunque el gobierno local da prioridad a las medidas para garantizar la salud de los capitalinos, no se deben dejar de lado las acciones para resguardar los derechos de las mujeres, y se tiene que evitar que la problemática siga creciendo.

Expone que se debe dar un mensaje de cero tolerancia en instituciones que deben garantizar la seguridad de las mujeres, pues a pesar de cursos de sensibilización, aún se registra la violencia institucional.

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¿Cuál es la situación de la CDMX con relación a la violencia de género?

—No nada más en la Ciudad, sino, en el país entero, la agenda de violencia de género ha estado latente, emergiendo en la opinión pública cada vez más y se está poniendo en el centro de la discusión. Es hoy, sin duda, una agenda de gobernabilidad y además a la tendencia que ya venía, se está sumando el proceso del Covid.

Las mecánicas de contención para la pandemia y el Covid nos está enfrentando a un escenario que lo que parece vislumbrar es que esta agenda va a seguir siendo un pendiente de atención.

Ramírez Hernández detalla que en 2020, en la CDH capitalina, de los 816 turnados a la Cuarta Visitaduría que observa la agenda de mujeres, 16% de estos casos están vinculados con la violencia de género, lo cual considera un bloque fuerte.

Dice que a partir de las medidas de distanciamiento social, éste impulsó la violencia familiar, por lo que echaron a andar la línea amiga, que al 30 de diciembre brindó 259 atenciones.

“En mayo, cuando las medidas de confinamiento estaban en apogeo, hubo más llamadas, fueron bajando alrededor de septiembre, octubre y noviembre, y estamos viendo, otra vez, a partir de la instalación del semáforo rojo, un incremento en llamadas”.

Apunta que otro de los escenarios es el digital, pues los jóvenes no tienen un espacio natural y se relacionan en estos sitios donde también hay violencia de género y si era agenda emergente, ahora, afirma, es una prioridad.

¿Cómo considera que el Gobierno de la Ciudad de México ha trabajado para evitar la violencia de género?

—Han avanzado en términos generales, con muchas modificaciones y planteamientos que mejoran la atención de algo que es muy importante tomar en el centro, es decir, alrededor de todas las violencias y su abanico que hemos estado documentando y están presentes, se suma la violencia institucional.

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Ésta se da cuando filtras la información, cuando no atiendes a las mujeres en las lógicas que tendrías que estar atendiendo con enfoque de género, cuando minimizas las situaciones; cuando no emites medidas de protección, cuando tenías que haberlas emitido y dejas a las propias víctimas presas de su agresor, y todo eso se constituye en otro tipo de violencia, que es la institucional.

Han funcionado de una manera todavía mucho muy lenta, porque no sólo se tienen que hacer arreglos institucionales, sino que se debe hacer obligatoria la perspectiva de género, la atención a la violencia hacia las mujeres.

El problema con esta agenda es que no permite y no puede esperar muchísimo más tiempo, cada minuto una mujer está siendo víctima de alguna violencia.

Sobre la declaratoria de alerta de violencia emitida por las autoridades de la Ciudad, asevera que se ha avanzado en la atención y en el arreglo institucional, pero hay cuestiones en donde hay que avanzar mucho más, como las filtraciones de información.

“No pueden persistir en las lógicas del actuar del personal ni de la fiscalía, ni de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.

“Habíamos empezado a retomar un ritmo en cuanto a las denuncias de la atención a las violencias y ahorita otra vez está detenido por la pandemia, y eso nos va a provocar y nos va a seguir provocando violencia”.

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“Todas estas estrategias requieren de un replanteamiento, de lo que está pasando ahorita con la pandemia y lo que nos va a dejar en un futuro. No podemos decir que lo que estábamos haciendo antes lo vamos a dejar de hacer, pero tenemos que replantear a la luz de lo que está pasando, porque a las prioridades y la agenda se agudiza una serie de fenómenos a los cuales tenemos que atender de manera urgente”.

¿Qué falta para mejorar la situación con relación a la violencia de género?

—Una de las cosas que se tienen que hacer con urgencia es mandar mensajes de cero tolerancia al interior de las instituciones, a quienes están ligados a la procuración de justicia y prevención de la violencia hacia las mujeres; la cero tolerancia cuando estás hablando al interior de las instituciones, es que ante cualquier omisión, tendría que haber una consecuencia inmediata.

Los últimos dos años han sido importantes en el movimiento feminista, principalmente en la Ciudad, ¿qué es lo que falta para atender sus exigencias?

Estamos hablando de un movimiento, y cuando hacemos este tipo de categoría, tenemos que entender que no hay organizaciones ni liderazgos; el tipo de demandas y expresiones que tienen esta agenda tiene que ser analizada con todas las ventajas y desventajas, porque convergen diferentes expresiones.

Decir el 2020 se cruza sobre una agenda feminista muy variada, una agenda de violencia que no puede esperar más y que requiere cada vez más de respuestas inmediatas y respuestas, digamos sin ninguna concesión.

Podemos comprender que a nivel de sociedad requerimos muchísimo aprendizaje y transformación en cómo vemos a las mujeres y como nos vemos como las mujeres y como tiene que transformarse esto que tiene que ver con la perspectiva de género y el enfoque de género, pero cuando se trata de servidores públicos y además se trata de servidores públicos directamente involucrados en la protección y en el ejercicio al derecho de una vida libre de violencia a las mujeres no tienes paciencia, no podemos esperar a que sigan tomando cursos que parece ser que no le sirven de nada y lo que tendríamos que hacer es exactamente atajar la no repetición y quien no cumpla con la obligación de hacer cumplir este derecho a las mujeres, pues no tendría por qué ser servidor público.

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Para finalizar me gustaría preguntarte ¿A nivel nacional, cómo ha visto el manejo que se ha dado a la violencia de género?

Si las cosas nada más fueran en la Ciudad, tendríamos un problema en la Ciudad muy fuerte, pero solo sería en la Ciudad y no es así. Todo lo que vemos en la capital son patrones que suceden a lo largo y ancho del país, entonces tú tienes a Procuradores de Justicia que no están haciendo su trabajo, que las Comisiones de Derechos Humanos de todo el país, sin excepción, tienen recomendaciones muy parecidas a las que nosotros planteamos, y están totalmente paralizada por esta misma situación.

Estamos hablando de un problema estructural y entonces todas estas preocupaciones que tenemos en la ciudad se dan a lo largo ya lo ancho del país, en Tamaulipas, Hidalgo, Guerrero, Yucatán y se repiten en Tijuana. Ahí sí, creo que en la ciudad tenemos, digamos los reconocemos muchísimo más que muchos otros estados eso también es cierto, si reconocemos la problemática y esa es una base siempre para resolverlo y yo creo que eso habla bien de la Ciudad de México.