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Tultitlán, Méx.— Bajo la sombra de la imagen monumental de la Santa Muerte fue velada Enriqueta Vargas Ortiz, conocida como la madrina de uno de los santuarios más grandes de América Latina y que está ubicado en la vía López Portillo, en el municipio de Tultitlán, en el Estado de México.

La madrina Enriqueta falleció a los 59 años por neumonía, luego de una serie de complicaciones tras una operación de vesícula, relataron sus hijas Ana Laura y Cristel Legaria, quienes se harán cargo del Santuario Internacional de la Santa Muerte.

La imagen de 22 metros de altura dio sombra a cientos de fieles que este 19 de diciembre acudieron al sepelio de la madrina, por quien rezaron las mismas oraciones que impulsó su hijo Jonathan Legaria Vargas, quien en 2007 fundó este templo en una de las vialidades más transitadas del Valle de México, la vía López Portillo.

Fundación. El también llamado Comandante Pantera, a quien sus seguidores llamaban Padrino Endoque, solía rezar a la Santa Muerte: “¡Permíteme llegar a ti en el momento indicado, sin dolor, sin temor y con fe!”.

Fue ejecutado el 31 de julio de 2008. Autoridades hallaron en el sitio 250 casquillos percutidos; 45 de las balas impactaron en su cuerpo, señaló su madre en ésa época a EL UNIVERSAL.

La túnica negra de la monumental figura de la Santa Muerte de Tultitlán sobresale entre el caserío y fábricas de la zona, donde el próximo 28 de diciembre cumplirá 11 años de que este templo fue fundado por Jonathan Legaria.

Tras la muerte de Comandante Pantera, su madre, Enriqueta Vargas Ortiz, se hizo cargo de este lugar y registró la marca del Santuario Internacional de La Santa Muerte, que cada semana es visitado por cientos de fieles y turistas provenientes de todo el país y de América Latina.

Mucha fe. Al enterarse de la prolongada enfermedad de Enriqueta Vargas, los fieles hicieron cadenas de oración para su madrina, “pero si Dios no nos la va a devolver, que no la tenga sufriendo”, fue la petición de sus hijas.

Ana Laura y Cristel ahora se harán cargo del templo, que fundó su hermano y que su madre hizo crecer, donde planean poner un dispensario médico tal como eran los planes de Enriqueta, “pues ella quería seguir ayudando”, apuntaron las dos jóvenes.

El velorio de Enriqueta en el Santuario de la Santa Muerte de Tultitlán fue además custodiado por cuatro muertes de color negro, rojo, blanco y dorado, a las que los fieles colocaron peticiones y dinero.

Este jueves la madrina será sepultada en el panteón Jardines del Recuerdo, en el municipio vecino de Tlalnepantla, hasta donde llegó el cortejo fúnebre de quien por una década fue la líder del Santuario Internacional de la Santa Muerte.

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