Toluca, Méx.— Toluca cumple 500 años, y entre los sitios más emblemáticos de la capital mexiquense destacan , una construcción que apenas tiene 200 años de vida, pues se inició su construcción en 1832, durante el periodo de José María González Arratia como gobernador, sitio que se convirtió en la principal atracción del centro de la ciudad.

Son sus 152 arcos los que albergan la historia de marchas, el paso de presidentes municipales y gobernadores del Estado de México, la gastronomía local, además de tiendas tradicionales.

En los arcos una de las paradas obligadas es para probar el “mosquito”, un licor fermentado y destilado de caña de azúcar y naranja, originario de la ciudad de Toluca de Lerdo.

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Fue Manuel Izaguirre, entonces miembro del ayuntamiento, quien solicitó al Templo de la Santa Veracruz la donación de 40 varas al este y al sur para ampliar la construcción de los Portales, para hacer lucir la ciudad, para lo que el gobierno local aportaría 100 pesos para el templo, pero el proyecto no prosperó.

En 1870, previa autorización del municipio, el párroco Buenaventura Merlín inició la construcción de Los Portales y concluyó la obra en 1879, aunque cuatro décadas después, en 1917, durante la gubernatura de Agustín Millán Vivero, los últimos arcos fueron levantados por el entonces presidente municipal Eduardo González y Pichardo.

Hasta 1975, cuando las autoridades acondicionaron la Plaza Fray Andrés de Castro, dio paso a la construcción de los 33 portales interiores.

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Acompañando este espacio, que es uno de los más concurridos, se encuentran Las Alacenas, uno de los puntos más frecuentados en el centro de Toluca, cuya tradición tiene casi 115 años.

A este punto llegan diariamente cientos de toluqueños que acuden a comer las tradicionales tortas de mole, pierna, salchicha y por supuesto, chorizo. Aunado a ello, la gente puede encontrar una variedad de dulces.