“Gracias a todo su machismo, a todas sus trabas, me aferré, fui fuerte, y no me importaron los obstáculos que me pusieron, hoy estoy donde quiero estar”, aseguró , de 27 años, quien desde hace cinco años es soldadora.

Karla forma parte del equipo que construye el Trolebús Elevado , en Iztapalapa, y tiene la experiencia y orgullo de trabajar con quienes edificaron el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), que se inaugurará el próximo 21 de marzo, dijo a EL UNIVERSAL.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, Karla Fernanda compartió su historia y aseguró que decidió seguir sus sueños, y no escuchar lo que muchos hombres y compañeros le decían: que no iba a aguantar y que soldar era una profesión para hombres.

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“Siento que ya se están abriendo un poco los caminos; como que se están haciendo a la idea de que las mujeres podemos hacer igual o mejor el mismo trabajo que hace un hombre”, expuso.

Con voz entrecortada y los ojos nublados entre lágrimas y sonrisas, narró que su madre se siente orgullosa de ella.

“Mi mamá está muy orgullosa de mí, me dice que he logrado sobresalir en este ambiente de hombres, porque nunca me he dado por vencida”, remarcó.

Es la mayor de cuatro hermanos y diario se levanta en promedio a las 5:00 horas para ir al trabajo. Su traslado es de dos horas, desde la alcaldía Gustavo A. Madero a la zona de obra de la construcción del Trolebús Elevado, que edifica la Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México , por lo que toma dos camiones y el Metro para realizar jornadas de 12 horas, ya sea soportar de día, el sol, o de noche, el frío.

Cuenta con la certificación 3G y 4G, que identifica a los profesionales y ha trabajado también en la construcción de la Torre Mitikah, que alberga departamentos de lujo en Coyoacán, así como en un tienda de autoservicio ubicada en Nezahualcóyotl.

Además, para continuar su especialización, forma parte de la primera generación del Centro de Soldadoras y Soldadores de la CDMX, que hasta el momento tiene registrados a 23 hombres.

En el caso del Aeropuerto internacional Felipe Angeles , colaboró el año pasado durante seis meses en sellar los canalones que ayudarán al tránsito de la lluvia y que están ubicados en la zona de aduanas.

“Esta obra es un emblema para el país; es muy grande el aeropuerto. Veo bien la obra porque generó muchos empleos con esto de las pandemias. Sentiré mucho orgullo decir: ‘Yo soldé ahí’”.

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Detalló que estudió la secundaria, sin embargo, al ver su tío que es montador de estructuras, le llamó la atención soldar, así decidió un día aprender de este oficio, en donde ha encontrado “compañeros buenos y malos”, que le ponen barreras para salir adelante o aquellos que la alientan a continuar. “Lo difícil es que no te dejan sobresalir”.

Sobre los feminicidios aseguró que “es gente loca, que le tiene pavor a las mujeres; no sé por qué son así, si vienen de una mujer”.

Refirió que por 10 años más seguirá desempeñando esta profesión, “no me arrepiento de esto, me gusta”; sin embargo, quiero poner un negocio propio, “una tiendita”.

“Este trabajo sí es desgastante para la vista, los huesos, y es muy riesgoso. Ahorita no está tan alto, pero hay obras que tienes que estar caminando sobre las vigas y todo eso, debemos de pensar que si nos llegamos a caer, podemos quedar paralíticos”, detalló.

Karla mandó un mensaje a aquellas mujeres que quieren ser soldadoras: “El camino se ha abierto, un poco. Desafortunadamente hay mucho machismo , todavía porque dicen: ‘Es que eres mujer’. Pero aquí haces mañana y es cuestión de que tú quieras salir adelante”, sentenció.

“Les digo que le echen muchas ganas, que no se den por vencidas, y que todo se puede en esta vida, mientras uno quiera; no hay obstáculos cuando uno quiere salir adelante”.

“Gracias a todo su machismo me aferré”: Karla Fernanda trabaja desde hace 5 años como soldadora
“Gracias a todo su machismo me aferré”: Karla Fernanda trabaja desde hace 5 años como soldadora

Karla forma parte de la primera generación del Centro de Soldadoras y Soldadores de la CDMX, que lleva registrados a 23 hombres.

10 AÑOS más planea seguir trabajando como soldadora Karla Fernanda.