Atizapán de Zaragoza, Méx.— Felipa, de 92 años, quedó flotando en aguas turbias y sujetándose del marco alto de la puerta de su recámara, cuando el afluente irrumpió la tarde del martes en su casa en la calle Clavelinas, en San José del Jaral.

Ella forma parte de una de las de 75 milímetros que cayó al poniente del este 23 de junio, de acuerdo con la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM).

“Mi madre pudo haber muerto si no la rescatan a tiempo”, dijeron sus hijos, quienes ayer se mantenían sacando agua negra y lodo del domicilio. Perdieron camas, estufa, refrigerador, alacenas y vitrinas.

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Ropa, libros, camas y cobijas de ésta y de otras 80 familias de calles como Clavelinas, Flor de Lima, Flor de Liz, Ciruelos, Siempre Viva, Ciprés, Noria y Lirio en San José del Jaral quedaron convertidos en basura, donde 300 trabajadores de Protección Civil, Sapasa y servicios públicos de Atizapán, a través de diversas cuadrillas, apoyaron en limpieza de patios y cisternas.

Adultos mayores como Anselmo Jacinto no solamente vivieron el impacto de verse entre aguas negras y perder sus bienes, también todos los productos de su tienda que quedó vacía y con los estragos que dejó el lodo en la calle Clavelinas.

Esto, luego de que la fuerza del agua derribó el muro de contención del río Chamacuero, que conecta con la presa El Ángulo en Cuautitlán Izcalli, que llegó a su máximo nivel.

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En Atizapán de Zaragoza quedaron sumergidos en aguas turbias más de 40 vehículos y se registró la caída de 35 árboles, informó Carlos Alcántara Salinas, director de Protección Civil.

La CAEM trasladó a elementos del Grupo Tláloc y maquinaria especializada a Atizapán de Zaragoza, Cuautitlán Izcalli, Tlalnepantla, Tultitlán y Ecatepec, donde abatieron los niveles de agua que inundaron vialidades como Periférico Norte.