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Podrían ser próximos integrantes del cuerpo de Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) o de la misma Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), pero su corta edad y los procesos de capacitación se los imposibilitan, aunque, a partir de hoy, están listos para atender una emergencia menor en la calle.

En medio de la vorágine capitalina en donde priva el tema de la inseguridad, 50 adolescentes, cuya edad oscila entre los 13 y los 17 años, fueron puestos a prueba durante dos semanas en diferentes actividades para aprender a atender a la ciudadanía en caso de un incidente.

No fueron unas vacaciones comunes para los adolescentes, pues se enfrentaron a sí mismos, a sus emociones, a un grupo de chicas y chicos que en un principio fueron desconocidos, pero que con el paso de las dos semanas, poco a poco fueron unificándose.

Controlar un tanque de gas encendido, saber reaccionar ante un asalto sin arma de fuego, rescatar a una persona en un sismo y en estructuras colapsadas, salvar un cuerpo en el agua, así como técnicas para un rescate vehicular, son algunas actividades que hijos de policías realizaron.

Estas vacaciones, no fueron comunes para los 50 hijos de policías que participaron en el curso de verano que la SSC impartió por tercera ocasión consecutiva para iniciarlos como brigadistas juveniles.

Para el titular del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), Guido Sánchez Coello, estos cursos forjan el carácter de los adolescentes, los prepara para reaccionar ante una situación de riesgo y les provoca un sentido de servicio, que en la actualidad es algo que se necesita en la sociedad capitalina, dijo.

Entrena el ERUM a los rescatistas del futuro
Entrena el ERUM a los rescatistas del futuro

En entrevista con EL UNIVERSAL, el conocido como Jefe Guido resaltó la importancia de despertar esta actitud de servicio en los jóvenes y de reforzar el vínculo familiar con la corporación, tal y como lo instruyó el jefe de la policía capitalina, Jesús Orta Martínez, “que nos pide que siempre estemos fomentando la unión familiar.”

“Es crear en nuestros adolescentes una cultura de servicio, una vocación de ayudar y servir a los demás a través de estos cursos, ya que es un curso de verano de formación de brigadistas. Les estamos enseñando algo útil, alejándolos del celular o del videojuego”, dijo el responsable del ERUM.

Tal vez algunos formen parte del ERUM cuando la edad y las habilidades se los faciliten; sin embargo, estas pruebas impartidas durante dos semanas por personal del escuadrón, los encaminan a “forjar carácter”, según autoridades..

Este diario acudió a uno de los días del curso el cual se realizó en el Agrupamiento Fuerza de Tarea Zorros, en donde los aprendices iniciaron las actividades desde muy temprano y bajo un día nebuloso. Las primeras horas del pasado miércoles, la lluvia estaba por terminar; sin embargo, cada uno de ellos comenzó con actividades físicas.

Entrena el ERUM a los rescatistas del futuro
Entrena el ERUM a los rescatistas del futuro

De fondo, mientras los adolescentes realizaban ejercicios de calentamiento, las prácticas de disparo del agrupamiento de Zorros, a lo lejos, se notaron.

Las detonaciones sonaban lejanas por un extremo; en otro, elementos de la policía capitalina realizaban una práctica en equipo, en donde trasladaban una viga pesada, que alentaba poco a poco su trotar. Por el centro del terreno, una pareja de uniformados sorteaba conos de tránsito a bordo de una unidad.

Capacitaciones que, afuera, deben ser llevadas a cabo con la mayor prontitud y celeridad para evitar hechos delictivos.

Los menores de edad fueron divididos en tres grupos que fueron rotando de actividades: unos entraron en acción ante el riesgo de un tanque incendiado, el cual fue deslizado por integrantes del ERUM bajo protocolos controlados para evitar accidentes, práctica “sorprendente” para los menores de edad, pues en medio de las llamas, debían cerrar el tanque de gas, levantarlo, resguardarse del fuego, para finalmente recibir un chorro de agua para enfriar la perilla de salida.

Los otros dos grupos eran capacitados para entrar en acción en caso de un sismo como el ocurrido el 19 de septiembre de 2017.

Al ser consultado acerca de si estos cursos podrían evitar que jóvenes se unan a las filas de la delincuencia, el titular del ERUM comentó que son muchas las razones que podrían llevarlos a esas prácticas, pero dijo estar confiado que en la corporación estas acciones los encaminan a buenas prácticas.

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