Los trenes que circulan por la Línea 9 del Metro disminuyeron su velocidad este 2023 respecto a la del año pasado, de acuerdo con información del Sistema de Transporte Colectivo (STC).
La diferencia de rapidez de las unidades es notoria principalmente entre las estaciones Puebla y Pantitlán, situadas en el tramo elevado que este año el Gobierno de la Ciudad de México reforzó ante la presencia de hundimientos diferenciales.
EL UNIVERSAL realizó un ejercicio comparativo de la velocidad que llegan a alcanzar los convoyes y solicitó vía transparencia al STC dicha información. A la vez, se realizaron recorridos para percibir algún cambio en la movilidad, principalmente entre las últimas dos estaciones, Pantitlán y Puebla.
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En respuesta a la solicitud de información que realizó este diario, el Metro informó el 12 de junio que la velocidad promedio de los convoyes que circulan en la Línea 9 ha disminuido, al pasar de 32.32 kilómetros por hora durante 2022 a 32.15 kilómetros por hora en 2023, es decir, una reducción .17 kilómetros por hora.
También vía transparencia, el organismo indicó que hasta la fecha circulan 24 convoyes, cifra que también es menor si se compara con los 25 trenes que había circulando en 2022.
De manera desglosada, el STC detalló que en los primeros meses de 2023, respecto a 2022, también hay una diferencia. Por ejemplo, en abril de este año las unidades alcanzaron una velocidad promedio de 32.4 kilómetros por hora, mientras que en 2022 fue de 33.13, una disminución de .73 kilómetros por hora.
En febrero, la velocidad fue de 31.94 kilómetros por hora respecto al mismo mes de 2022, cuando fue de 33.07. Disminuyó 1.13 kilómetros por hora.
Respecto al tiempo de recorrido, entre las estaciones Tacubaya y Mixiuhca se observó una velocidad rápida, misma que va disminuyendo al llegar al tramo elevado, desde las estaciones Velódromo a Pantitlán.
Por ejemplo, el 31 de mayo entre las estaciones Puebla y Pantitlán se percibió frenado constante, y detención del convoy de hasta cuatro segundos, dando un total de viaje de cinco minutos 26 segundos. El mismo comportamiento se repitió el 8 de junio, cuando el tiempo total fue de cinco minutos con 40 segundos, y el 14 de junio, cuando hubo un promedio de viaje de cinco minutos y 57 segundos.
En la respuesta a la solicitud de información, el Sistema de Transporte Colectivo agregó que “la velocidad que transitan los trenes varía de acuerdo a la operación en la línea”.
De acuerdo con fuentes consultadas en el Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo, la velocidad promedio de los vehículos en interestación es de 60 o 70 kilómetros por hora; en zonas de visibilidad reducida y curvas, 50 kilómetros por hora; al entrar a las estaciones, 30 kilómetros por hora y al salir, 25.
Además, las fuentes consultadas refirieron que las velocidades en los trenes de las estaciones 1, 2 y 3 alcanzan una máxima de 70 kilómetros por hora.
Al respecto, este diario consultó con el Metro, que aseguró que la reducción de la velocidad de los trenes “se da por las características del suelo y no sólo se da en la Línea 9 del Metro, sino en general en todas las líneas”.
Usuarios opinan
Al respecto, los usuarios del Metro externaron su punto de vista. Susana Martínez indicó que el servicio es malo. “Es mucho más lento, te tardas hasta más de una media hora en salir de Pantitlán. Es mucho tiempo el que pasas y está saturado”, acotó.
“Ya tiene mucho tiempo la línea. Sí hay temor de usarla, después de lo que ocurrió en la Línea 12 del Metro. En ésta se paran mucho los trenes. Cuando se puede cambiar de transporte, a veces sí [se hace]”, apuntó Martínez.
En tanto, Gregorio Avendaño dijo que confía en las obras realizadas en la Línea 9 a fin de resolver la problemática de hundimiento diferencial. “Supuestamente ellos ya lo repararon y uno puede viajar con seguridad. Si ellos dicen que va uno seguro, se debe creer”, sentenció.
Para Karla Ortiz, la Línea 9 del Metro no es confiable. “Apenas ayer [martes] tuvimos que bajar y batallar por el viaducto porque se descompuso. Es muy lento, se para a cada rato y aparte va muy lleno, pero es lo que hay y pues tenemos que confiar en que las autoridades sí están checando que es segura”, expuso.
Los trabajos en Pantitlán
El 12 de abril del año pasado, el Instituto para la Seguridad de las Construcciones entregó al secretario de Obras y Servicios de la Ciudad de México, Jesús Esteva Medina, los resultados de la inspección tanto en el tramo elevado como en el subterráneo de la Línea 9 del Metro. Derivado de la presencia de hundimiento regional, la dependencia realizó diversos trabajos en la zona.
La dependencia capitalina dio a conocer el 10 de abril de este año que la estructura del viaducto elevado de la Línea 9, en el tramo que conecta las estaciones Pantitlán y Puebla, tiene la capacidad de resistencia para seguir operando. “Las trabes reforzadas tipo T se encuentran sanas y con el apoyo suficiente”.
Se realizaron estudios de mecánica de suelos tendientes a detectar el origen del problema, en los que se encontró la existencia de mantos colgados que afectan el comportamiento de la estructura. Como trabajo preventivo se hicieron ajustes en los diafragmas ubicados en los apoyos para aumentar la seguridad de la unión trabe-apoyo.
En junio de 2022 se colocaron dispositivos de detección de desplazamientos, con la finalidad de anticipar un escenario de riesgo. Hasta la fecha, con el monitoreo constante de estos fusibles estructurales no se han presentado movimientos significativos.
Además, se instalaron puntales en los apoyos como medida precautoria, lo que ayuda a transmitir la carga de los puentes a la cimentación, así como la instalación de placas de conexión, entre otras acciones.
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