Fuerte discusión se dio ayer en el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ante la controversia constitucional que presentó el alcalde de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava, en torno a quién debería designar a los verificadores de establecimientos comerciales, si la propia alcaldía o el Instituto de Verificación Administrativa (Invea). El proyecto del ministro Javier Laynez Potizek daba la razón al edil; sin embargo, hubo quienes se opusieron a ello, como el ministro presidente Arturo Zádilvar y los ministros Yasmín Esquivel Mossa y Jorge Fernando Franco González Salas. Al final, le otorgaron la razón a Cuajimalpa, con lo que el Invea tendrá que hacer muchos ajustes en las 16 demarcaciones de la capital.

Comunicación social en el Congreso, de cabeza

El área de Comunicación Social del Congreso de la Ciudad de México está literalmente de cabeza, donde al encargado de la oficina, Christian Daza, le han llovido acusaciones de todo tipo. Ayer se viralizó la renuncia que presentó la encargada de manejar las redes sociales, Nizaridani Fuentes, quien precisó que dejaba el cargo porque fue objeto de violencia, acoso, hostigamiento y abuso laboral de parte de don Christian. Nos dicen que este tema se tocó en la Conferencia para la Dirección de los Trabajos Legislativos, en la que se pidió la cabeza del encargado de la oficina, pero la coordinadora de la bancada de Morena, Martha Ávila, lo defendió a capa y espada. Lo cierto es que la dirección de Comunicación simplemente no camina.

Las traiciones, a la orden del día

Al interior de Morena, nos dicen, siguen las traiciones. Ahora, nos aseguran que ocurren en la alcaldía de Tláhuac, donde al edil con licencia Raymundo Martínez Vite, lo acusan de estar haciendo campaña en favor del candidato del PRD y PRI, Alejandro Durán Raña. El motivo es muy simple, pues don Raymundo no sólo perdió la encuesta de su partido para reelegirse, sino que lo dejaron fuera de toda candidatura posible.

El berrinche de la dirigente priista en Edomex

Un gran berrinche, nos cuentan, hizo la presidenta del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Estado de México, Alejandra del Moral, luego de que en el consejo político, donde se decidieron las diputaciones plurinominales federales, no incluyeron su nombre, por lo que se quedó únicamente con la dirigencia del tricolor. Los priistas dicen que doña Alejandra aplicó el dicho de que, “el que da y quita, con el diablo se desquita”, pues tras abandonar la sesión del consejo se desquitó con varios regidores y diputados que buscaban su reelección. Hoy, varios se preguntan: ¿dónde quedó su dicho de que era una política profesional?

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