A dos semanas de haber recibido el primer reporte vecinal de agua con olor a combustible y solvente en Benito Juárez, el Gobierno capitalino, a través de diversas áreas y en coordinación con autoridades federales, continúa con las investigaciones técnicas para encontrar el origen de la sustancia, perteneciente a la familia de los aceites y lubricantes, que contaminó al pozo Alfonso XIII, el cual fue cerrado, tras identificar que suministraba el agua contaminada.

En conferencia, el jefe de Gobierno, Martí Batres, recordó que además de las investigaciones técnicas por parte de Petróleos Mexicanos, el Sistema de Aguas, la secretarías de Desarrollo Urbano y Vivienda y Protección Civil, pidió a la Fiscalía General de Justicia realizar indagatorias para descartar cualquier hipótesis sobre las posibles causas que hayan generado la contaminación del pozo.

“Lo que hemos pedido a la fiscalía es que haga una investigación abierta totalmente. Quiero ser muy cuidadoso al respecto, que la fiscalía haga la investigación abierta”, dijo, al preguntarle si entre las líneas de investigación se prevé el sabotaje a las instalaciones hidráulicas.

Sobre la investigación técnica, destacó las pruebas de Pemex al ducto cercano al pozo Alfonso XIII, para descartar la posibilidad de que hubiera huachicol, por lo que se verificó una toma clandestina que fue detectada en 2015 y sigue sellada.

“Se van descartando hipótesis, se van descartando posibilidades, a través de la investigación técnica correspondiente, y se va a seguir haciendo esta investigación técnica; nos ayuda Pemex y hay otras áreas que están ayudando en esta investigación”, enfatizó Batres.

El jefe de Gobierno abundó que continúan las labores de limpieza de la red hidráulica.

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