El triciclo del señor Javier Flores está atiborrado de garrafones de 20 litros que están vendidos; por lo menos ocho son para una oficina, el resto, para edificios de la alcaldía Benito Juárez, donde vecinos han denunciado la presencia de contaminantes en el agua potable.

El problema ha generado que la gente pida más garrafones de agua purificada, que ahora obtiene del Estado de México, pues es de la entidad vecina de donde proviene el líquido que comercializa, dijo.

“Se disparó esto [la venta de garrafones]. Esta semana he estado apurado, estuvo muy saturado, pero con esto de que sale muy fea el agua, aumentó el triple”, expresó Javier tras entregar el pedido.

Comentó que algunos de sus clientes le han dicho que utilizan el agua de garrafón para bañar a sus bebés, pues desconfían del líquido que sale de la llave.

La problemática del agua contaminada en Benito Juárez también ha afectado a comerciantes, quienes han tenido que recurrir al agua de garrafón hasta para lavar trastos, aunque ello tampoco da certeza a los clientes.

El señor Roberto Sánchez atiende una cafetería a unas cuadras de donde se encuentra el bloqueo de los vecinos. Compartió a EL UNIVERSAL que esta semana ha sido dura para el negocio, ya que la clientela disminuyó.

“Nos ha afectado en el tema de la sicosis que trae la gente. Por más que quieras decirle que nosotros usamos los garrafones de agua, ya trae esa situación y nos perjudica, porque mira, ahorita nuestro lugar está vacío”, lamentó.

Alejandro Munguía abrió el jueves al público su restaurante de cochinita pibil en la calle Dakota.

Sabía que debía tomar precauciones inmediatas y decidió usar platos desechables para que la gente tuviera certeza de que todo está limpio y no se usa el agua que proviene de las llaves.

“Cocinamos con agua de garrafón. Apenas llevamos un día de operación y estamos tratando de dar los platillos con desechable. Sí es un problema porque tenemos que gastar en los garrafones, porque la gente no se siente con la confianza”, aseguró.

Algunos comerciantes incluso reportan pérdidas de hasta 15 mil pesos diarios debido al problema del agua contaminada.

Locatarios de la torre médica ubicada en avenida Insurgentes Sur 605 han recibido cancelaciones ante el temor de los pacientes.

“Trabajamos agua con piel y es un tema muy delicado y llevamos toda la semana con agenda llena y no podemos trabajar. Nuestras pacientes tienen miedo de venir por el agua, causando que nos cancelen afectando nuestra economía”, mencionó Arlet Arrianaga, quien tiene su consultorio de estética regenerativa en la torre de consultorios.

También negocios de comida se han visto perjudicados por falta de comensales, quienes mencionaron que no acuden por temor al líquido contaminado.

Otros trabajadores reportan pérdidas en sus salarios por la baja clientela y gastos improvisados para no generar retardos en sus empleos.

“Trabajamos por comisiones y por la gente que acude al negocio, pero con el tema del agua contaminada han bajado las ventas y tenemos que poner de nuestro bolsillo para transportarnos y no llegar tarde al trabajo”, aclaró Rubén Sánchez.

Bloqueo se mantiene

Por cuarto día, los vecinos de la alcaldía Benito Juárez mantuvieron el cierre del cruce de la avenida Insurgentes Sur y Xola. El plantón, advirtieron, se mantendrá hasta que las autoridades no aclaren qué fue lo que contaminó el agua.

“Queremos que nos den los estudios y que nos den un documento que esté certificado por alguna empresa o institución que le podamos creer”, dijo José Luis Maya, vecino de la colonia Nápoles.

El ciudadano también hizo un llamado a no politizar el tema del agua. “Todo mundo quiere sacar raja y no”, expresó.

Los vecinos permitieron por momentos el paso de las unidades de la Línea 1 del Metrobús.

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