Don Agustín, un emprendedor con varios negocios en calles de la alcaldía Álvaro Obregón —y quien participó en el frente que comerciantes de al menos seis alcaldías formaron para combatir a la extorsión de la que son víctimas por parte de la delincuencia organizada—, ahora se debate entre la vida y la muerte, luego de que el fin de semana pasado fuera agredido a tiros por sujetos desconocidos; todo por negarse a pagar 600 mil pesos.

La familia de la víctima dio a conocer que desde hace más de dos meses denunciaron que grupos delincuenciales empezaron a rondar su negocio, a tomar fotografías y luego a exigirles el llamado derecho de piso.

Don Agustín en todo momento les dijo que no, pues además de que sus negocios apenas se recuperaban de la pandemia, él siempre manifestó que no les daría un peso a los delincuentes.

Sin embargo, al no tener “pruebas fehacientes”, las autoridades de la fiscalía capitalina no hicieron caso a las denuncias del comerciante.

Sin embargo, el 7 de julio, un joven, que apenas llegaba a la mayoría de edad, entró a su negocio, le dio un celular y le dijo: “Te voy a pasar al patrón”. La voz le advirtió que quería 600 mil pesos para no dañar a su familia, y don Agustín, de 60 años, nuevamente les dijo que no les iba a dar nada; tres días después fue agredido a tiros en la puerta de su casa.

“Al querer entregar el teléfono a dicho sujeto, éste le dice que se lo quede para luego irse del lugar. Posteriormente acuden la esposa y una de las hijas de la víctima a la Fiscalía Antisecuestros, al área de extorsiones ubicada en Azcapotzalco, donde se inició un carpeta de investigación por el delito de tentativa de extorsión”, se lee en la carpeta de investigación FIDDS/E/UI-1C/V/00838/07-2021, a la que EL UNIVERSAL tuvo acceso.

Ya ante las autoridades, la familia afectada solicitó que intervinieran de manera urgente, incluso, pidieron garantías para que don Agustín siguiera abriendo sus negocios.

Los agentes propusieron que una patrulla de la policía local resguardara los negocios, o que incluso, agentes de la fiscalía capitalina estuvieran con el hombre de 60 años en lo que concluían la investigación.

La petición fue negada y tres días después, el 10 de julio, sujetos armados esperaron a don Agustín afuera de su domicilio, y cuando se bajó de su vehículo lo recibieron a tiros que impactaron en el abdomen y el tórax.

Ahora su familia no ha querido abrir los negocios y esperan a que el señor se recupere. De los delincuentes no se sabe nada.

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