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Para el próximo 31 de diciembre de este año, la Comunidad de Tratamiento Especializado para Adolescentes de San Fernando contará con mejores condiciones en su infraestructura después de 100 años de que no se le daba mantenimiento.

Así lo adelantó la presidenta de la Comisión Especial de Reclusorios de la Asamblea Legislativa, la perredista Rebeca Peralta, a un año de que EL UNIVERSAL diera a conocer que la Dirección General de Tratamiento para Adolescentes (DGTPA) atravesaba una de las peores crisis para lograr reinserciones sociales eficaces debido a la falta de partidas presupuestales para la implementación del nuevo Sistema de Justicia Integral para Adolescentes en la Ciudad de México.

Además la legisladora mencionó que para esta rehabilitación se destinaron de 43 millones de pesos.

En entrevista, la diputada se congratuló de que a un año San Fernando goce de buenas condiciones ya que tendrá espacios deportivos, educativos y talleres que permitirán la reinserción de todas y todos los adolescentes que lleguen al lugar.

“El espacio de San Fernando ahorita está desocupado, no tenemos ningún joven porque se le está dando mantenimiento mayor, de hecho tenía más de 100 años que no se le daba un mantenimiento. No tenía drenaje, no tenía agua, la luz estaba en muy malas condiciones”, recordó.

Mencionó que San Fernando tendrá dormitorios que aunque estarán pequeños serán mejores.

“Si recuerdan en su momento se hacían ahí algunos motines de los jóvenes, ellos se encerraban y podían poner seguro por dentro, hoy las puertas se abrirán hacia afuera, habrá más tecnología”, explicó.

En agosto del año pasado, esta casa editorial advirtió sobre el deterioro que prevalecía en los inmuebles y el mobiliario de cada uno de los centros tutelares para menores.

Incluso se señaló al centro de San Fernando como la que más desgaste presentaba por la falta de mantenimiento, ya que su construcción data de principios del siglo XX.

Además se evidenció que las instalaciones eléctricas, sanitarias, hidráulicas y estructurales estaban dañadas, el circuito cerrado era obsoleto y el deterioro en el mobiliario (sillas, mesas, pizarrones, pupitres y escritorios) era visible, además de la precariedad en aulas, computadoras y el equipamiento propio para cada actividad educativa, cultural o socio laboral.

“Se podría decir que estaba en muy malas condiciones y que se estaban violando las garantías y derechos de los jóvenes que estaban ahí.

“Afortunadamente en este gobierno y gracias a los medios de comunicación, ahora se le pudo dar una mantenimiento a este centro y estará en muy buenas condiciones”, recalcó la perredista.

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