Los negocios entre las estaciones Tezonco y Olivos, en Tláhuac, donde ocurrió el desplome del tramo elevado de la del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, padecen pérdidas económicas debido a que hay menor afluencia de gente, así como por los cortes de luz que se han realizado por los peritajes.

Las cafeterías y los puestos de comida son los más afectados al disminuir sus ventas 50% desde el 3 de mayo, por lo que solicitaron que las autoridades los ayuden con algún apoyo social o económico, ya que aún no se recuperaban por la pandemia del Covid-19 y ahora se agravó su situación tras el colapso de la L12.

“Por la pandemia ha bajado mucho la gente y ahora por esto del desplome ya son muy pocos lo que pasan, tal vez pasan por curiosidad para ver cómo se desplomó el Metro, y es que además por los trabajos [del peritaje] hay cortes de luz constantes”, dijo Rubí, empleada de la Cafetería Murano, que se encuentra a escasos metros de la zona cero.

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La Cafetería Murano, que forma parte de al menos una docena de comercios afectados en la zona, tiene mesas vacías durante todo el día y son contados los clientes que la visitan para pedir un café y algo de comer.

Asimismo, el puesto de hamburguesas al carbón “Sonoyta” ha sido afectado ya que ahora que se encuentran cerradas las estaciones de Tezonco y Olivos los usuarios desconocen que siguen operando los puestos de comida que se ubican en la zona.

Relató que los primeros días tras el accidente tuvieron diversos cortes de luz que no les permitió trabajar; sin embargo, comprendieron la situación, pero están preocupados porque su economía empeore.

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Por otro lado, mototaxis, que es uno de los transportes más utilizados en la zona de Tláhuac, reportaron que si bien hubo un incremento de viajes en los primeros días del accidente, actualmente se ha estabilizado su pasaje, pero que no ha bajado “drásticamente”.

Peritos recorren tramo

La titular de la Secretaría de Gestión Integral y de Protección Civil de la Ciudad de México, Myriam Urzúa, informó que la empresa DNV, encargada del peritaje externo del colapso de la Línea 12, realizó recorridos por el viaducto elevado con la participación de un especialista ferroviario.

“El primer recorrido comenzó en la estación Tezonco y el segundo desde la estación Olivos, ambos hacia el punto del colapso y el objetivo principal de estos trabajos fue realizar mediciones de las vías y verificar las características de algunos elementos como el balasto y la calidad de los durmientes entre otros”, expuso la funcionaria.

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Los peritos realizaron diversas pruebas del concreto del viaducto elevado, movían maquinaria pesada, levantaban rocas y tomaban registro fotográfico a cada piedra, varilla o cable de la zona donde pasaban los trenes de la Línea 12 del Metro.

*Con información de Eduardo Hernández.