Iniciar fuego con el carbón parece ser un arte, aunque en realidad conlleva un poco de ciencia. Para que no se haga de noche mientras esperas a que encienda, te damos tres métodos infalibles:
Método 1.
Forma un volcán con el carbón , su forma irregular dejará huecos entre cada pieza. Es fundamental que no los cubras para que el aire entre por ahí. Coloca en el centro una o dos varas de alguna madera resinosa, como el ocote. Enciende la madera y el carbón arderá en pocos minutos.
Foto: Jorge Garaiz
Método 2.
Arma un cono con papel o periódico y empápalo de aceite vegetal con un par de cucharadas de azúcar. Colócalo sobre el asador y forma una montaña de carbón alrededor del cono. Con cuidado, enciéndelo con un cerillo. El aceite y el azúcar ayudarán a que la llama dure más tiempo y el carbón prenda fácilmente.
Método 3.
Haz bolitas de algodón y cúbrelas con una capa generosa de vaselina. En la base del asador , construye un montículo con el carbón, alternando con algunas borlas de algodón, enciéndelas con ayuda de un cerillo o encendedor y déjalas arder hasta que se consuman. La vaselina genera una gran llama, además de proteger el algodón para que no se queme rápidamente.
Foto: especial
¿Cómo limpiar tu asador?
Se dice que una parrila sin limpiar aporta sabor al siguiente asado pero, en realidad, puede arruinar tus alimentos, quemarlos e, incluso, causar un accidente. Evita el riesgo
y limpia el grill con alguno de estos sencillos métodos.
Con cepillo de alambre
1. Encender el carbón y calentar la parrilla con la tapa del asador cerrada.
2. Destapar el asador y tallar la parrilla con un cepillo de alambre para retirar los restos de comida.
3. Asar los alimentos, dejar enfriar un poco la parrilla y repetir el cepillado antes de guardar el asador.
Foto: Jorge Garaiz
Con cebolla
1. Si no se cuenta con cepillo de alambre, se debe calentar la parrilla .
2. Con una cebolla entera, frotar cada riel del asador para quitar la suciedad y alimentos acumulados.
Limpieza profunda
1. Al terminar el asado, tallar la parrilla aún tibia con una fibra de metal, agua y jabón. Enjuagar y secar.
2. Barnizar con aceite vegetal y calentar con el calor residual del carbón para curarla y evitar que se oxide.
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