El chef originario de Oaxaca, Erick Bautista es conocido por haber ganado la competencia regional en Latinoamérica de la San Pellegrino Young Chef Academy en 2022, y por haber sido finalista en el certamen global de la misma.

Tras estar recibir un gran apoyo del público mexicano e internacional en el concurso y haber estado bajo la tutela gastronómica de grandes chefs como Lula Martín del Campo o Rodolfo Castellanos, el chef abrió recientemente un nuevo restaurante en Mérida, Yucatán. Para , Erick nos cuenta su experiencia como finalista y como chef ejecutivo de su propio lugar.

Erick Bautista, chef de NOL.
Foto: Alan Nájera / El Universal
Erick Bautista, chef de NOL. Foto: Alan Nájera / El Universal

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¿Cómo fue trabajar con la chef Lula?

No nada más me habla de cocinar. Me platicaba de su vida, de sus historias, que son inspiración para para mí y quizá para todas las personas jóvenes que estamos en este mundo de la cocina. O sea, tanto así que en el primer vuelo que tuvimos de México, creo que eran cinco, no parábamos de hablar. Nos conocimos más como personas de que como profesionistas. De verdad que es una persona increíble, ya se lo he dicho: que la amo, que para mí se volvió así como una mamá pues me cuido como si fuera una, me apapachó. Es que vivimos todo el proceso tan de cerca.

Al final, cuando se fue, yo fui un mar de lágrimas porque yo me tenía que quedar más días porque tenía el compromiso de cocinar en otros restaurantes por Europa.

Erick Bautista, chef de NOL.
Foto: Alan Nájera / El Universal
Erick Bautista, chef de NOL. Foto: Alan Nájera / El Universal

¿Qué pasa tras la ceremonia de premiación de San Pellegrino?

En la noche es la ceremonia donde anuncian quién ganó y al día siguiente ya te vas. Esa noche la pasé mal, me dio un ataque de ansiedad al saber que la chef Lula se iba y yo me quedaba prácticamente por mi cuenta en Italia. Ella me dijo: “no, tranquilo si quieres te pago los boletos de avión”, y yo llorando me dio mucha pena por todo lo que había hecho por mí, entonces logré tranquilizarme, me dormí un rato y al día siguiente la acompañaba a irse.

Esos días fueron increíbles, no quería que se acabaran, pero tenía que seguir la vida y yo ya tenía otros eventos y responsabilidad es que debía cumplir.

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Erick Bautista, chef de NOL.
Foto: Alan Nájera / El Universal
Erick Bautista, chef de NOL. Foto: Alan Nájera / El Universal

¿Cómo fueron tus colaboraciones en Europa?

Una señora que se llama Pilar se me acercó, en Italia, para ofrecerme colaboraciones en otros restaurantes. Como persona, desconfías, ¿no? Entonces cuando la chef se fue me dijo que me quedara, que ya estaba aquí y que cumpliera con mi trabajo. Fue increíble ya no estar en un lugar como cocinero, sino como chef invitado, que la gente probara mi comida. Yo me atreví a llevar Chicatana y la gente se impresionaba por ver a la hormiga.

A mí me impresionó estar en esa parte que se llama Bolzano. Yo jamás había ido a Italia, la verdad, y al mismo tiempo yo estaba viviendo como una crisis, no sé qué me dio. Bolzano, con unas montañas increíbles, después de ver esos paisajes, esos lugares, conocer gente, pues realmente hermoso, no tendría palabras para describirlo lo bello que fue.

A pesar de que yo estaba como en una pequeña depresión, intenté disfrutarlo al máximo. En Roma conocí al chef de la embajada. Conecté con él, le conté la historia del platillo del concurso, y nada más de recordarlo me pongo a llorar. Estábamos en una cafetería de Roma, me eché mi lloradita, y seguí haciendo eventos después en Brescia y yo siempre digo que, a donde vaya, siempre tengo que llevar algo de Oaxaca. A mí no se me olvida.

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Erick Bautista, chef de NOL.
Foto: Alan Nájera / El Universal
Erick Bautista, chef de NOL. Foto: Alan Nájera / El Universal

¿De regreso en México, que siguió?

Pues llegó el momento de regresar y yo ya no quería, dijo el chef Erick riendo. Pero la verdad pensaba mucho en mi hija. Regresé y me puse a reflexionar sobre todo lo que estuvo pasando en un año, en la chef Lula, en el chef Rodo, en todo lo que viví, y me siento agradecido por tantas personas hermosas que conocí.

Entendí que debo hacer las cosas mejor, digo, puedo crecer más en experiencia, puedo mejorar yo, mi cocina y espero transmitir eso. Las cosas se van a ir dando poco a poco.

¿Qué puede esperar la gente cuando viene a Nol?

Pues un poco de todo lo que soy, de mi cocina. Un poco de Oaxaca, de Yucatán, pues respeto mucho de dónde soy, pero también donde estoy. Ya lo he dicho, me encanta Yucatán, la cultura maya, las culturas prehispánicas, y me encanta porque la mamá de mi hija es yucateca, entonces, al pensar en Nol, pienso en mi hija y en el compartir ambas culturas, Oaxaca y Yucatán, compartir un poco de todo esto.

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Foto: Alan Nájera / El Universal
Erick Bautista, chef de NOL. Foto: Alan Nájera / El Universal

¿Qué sigue para usted?

Seguir echándole ganas, seguir tratando de sumar. Siempre me dije que me gustaría hacer un cambio social en mi cocina, es complicado, pero no imposible. Me gustaría abrir mi degustación en el restaurante, contar una historia con colores, contrastes, sabores, con bastante amor. Por ahora le hace falta, la cocina es nueva, los chicos también, pues llevamos una semana de abrir, entonces espero que, con el tiempo, se vaya dando todo.

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Erick Bautista es un chef que llevó a las juventudes de la gastronomía a lo alto, esta vez con Nol, promete un sitio en donde se puedan degustar las raíces del chef, su experiencia bajo un año de muchos cambios y las historias que tiene para contar.

Dirección: Calle 60 473, entre 55 y 53, Parque Santa Lucia, Colonia Centro, Mérida, Yucatán.

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