Atenas.— El partido Syriza, gobernante en Grecia, se encaminaba ayer hacia una escisión formal, horas antes de que legisladores rebeldes de la formación izquierdista voten en contra del nuevo acuerdo de rescate para mantener al país a flote.

Con el apoyo de la oposición, el gobierno está pidiendo al Parlamento que apruebe el rescate de 85 mil millones de euros que Grecia necesita para evitar el impago de una deuda que vence la semana que viene.

La votación, prevista para las primeras horas del viernes, pondrá a prueba la fortaleza de una rebelión de legisladores antiausteridad de Syriza, que podría aumentar la presión sobre el primer ministro, Alexis Tsipras, para que convoque elecciones anticipadas en septiembre.

El líder rebelde, el ex ministro de Energía Panagiotis Lafazanis, dio un paso hacia la ruptura con Syriza, una coalición de grupos izquierdistas que llegó en enero al poder prometiendo acabar con la austeridad exigida por sus acreedores de la zona euro y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“La lucha contra el nuevo rescate empieza hoy, movilizando a la gente en cada rincón del país”, señaló un comunicado firmado por Lafazanis y otros 11 miembros de Syriza publicado en el sitio web de la facción de extrema izquierda Iskra.

El texto pidió fundar un “movimiento unido que justifique el deseo de democracia y justicia social del pueblo”, aunque no pidió de forma explícita la creación de un nuevo partido o una escisión de Syriza.

Fuentes gubernamentales subrayaron que Lafazanis justifica su decisión de crear “una nueva organización política citando los compromisos programáticos de Syriza y el resultado del reciente referéndum” en el que los griegos rechazaron el plan de austeridad de los acreedores para el país heleno.

“Tenemos que recordarle que el regreso al dracma, que él considera su principal objetivo político, puede ser la postura de (el ministro alemán de Finanzas) Wolfgang Schäuble, pero nunca fue un compromiso político de Syriza”, destacaron las fuentes.

Por lo pronto, unas 3 mil 200 personas se manifestaron en la Plaza Syntagma, donde está la sede del Parlamento, en el centro de Atenas, en protesta contra la eventual aprobación del tercer rescate. Las protestas fueron convocadas por el sindicato comunista PAME y el sindicato de empleados estatales (ADEDY).

Se espera que pese a la postura del ala más radical de Syriza, el Parlamento apruebe el proyecto, que incluye la reforma de las pensiones que implica recortes en las prestaciones, el aumento del IVA o la creación de un fondo de privatizaciones que incluya los activos más valiosos del país como los puertos y los aeropuertos. El acuerdo será sometido hoy mismo al aval del Eurogrupo. Agencias

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