Colosales toros de luz volvieron a rasgar la noche entre detonaciones de fuegos artificiales este miércoles en Tultepec
Reavivan la tradicional fiesta de este pueblo mexicano especializado en la pirotecnia, que intenta reponerse del trauma tras una mortífera explosión en diciembre
"¡Fuego! ¡Fuego!", clamaba la multitud y una ráfaga de cohetes hacía estallar su luz dorada en las calles de la "capital mexicana de la pirotecnia"
Los estridentes silbidos de los cohetes atizaban la euforia de miles de personas que, envalentonadas por el alcohol, se arriesgaban entre el fuego, la nube de humo blanco y el olor acre de la pólvora
Desde hace 29 años, los artesanos pirotécnicos de Tultepec celebran esta fiesta católica en honor a su patrono, San Juan de Dios
Los artesanos del pueblo -que trabajan la pólvora desde mediados del siglo XIX- se empeñan orgullosos en seguir con su peligroso oficio, al grado que en los funerales de las víctimas de la explosión detonaron cohetes en su honor
"Si se acaba la pirotecnia, ¿qué hacemos? ¿De qué vivimos? No hay otra cosa", dicen los artesanos