Tula.- Septiembre marcó la vida de la familia de Sandra. Bastaron sólo unos minutos del noveno del mes del año para que lo perdieran todo, pero también unos segundos para recobrar la fe y la esperanza ante un milagro en medio de la tragedia .

En , los los días posteriores a las inundaciones del seis y siete de septiembre eran aciagos. Cada familia enfrentaba, como podía, su propio drama, sus pérdidas, sus duelos y la incertidumbre del futuro; para Sandra Pérez y su familia la situación no era diferente.

Sin embargo, enmedio de la incertidumbre, un milagro les hizo recobrar fuerzas; entre los escombros apareció una imagen de la , hoy conocida como “Nuestra Señora del Tesoro, Consuelo de los Inundados”.

La colonia de El Tesoro fue una de las más afectadas. En la casa de la familia Pérez el agua alcanzó los cuatro metros de altura. En cuestión de minutos el patrimonio de años se perdió.

“Alcanzamos a rescatar muy pocas cosas, en 20 minutos el agua ya había ingresado a la casa, como pudimos llevamos lo indispensable al segundo piso”, recuerda Sandra.

Lo material pasó a segundo plano y en esos momento lo indispensable era salvar la vida. La familia Pérez optó por buscar refugio en la zona alta de la colonia, en tanto, veían cómo su hogar quedaba bajo el caudal de agua negra que inundó la ciudad.

A Sandra le cuesta recordar, dice que si lo hace comenzará a llorar.

A nivel nacional, la celebración de la aparición de la Virgen de Guadalupe es la fiesta más importante para los católicos mexicanos, millones de fieles dan gracias por los favores recibidos. Pero para los habitantes de la calle de las Tres Culturas en la colonia El Tesoro, este 12 de diciembre fue diferente, personal, ellos tienen su propio milagro .

La casa naranja de Sandra es un referente. Ahí, en un pedazo de madera se apareció La Guadalupana que puede verse en una reja empotrada en una pared blanca del hogar de la familia Pérez. Y desde la calle se puede observar en un nicho adornado con luces de navidad que resalta en letras rojas la leyenda: “Bendícenos Virgencita”.

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La aparición

Habían pasado algunos días de la inundación, tal vez cuatro, cuenta Sandra. Las fechas, dice, no las tiene claras pues el miedo de lo sucedido y el shock de la pérdida aún no han sido asimilados. Han pasado tres meses desde la tragedia, los estragos permanecen y "la vida ya no es la misma", dice Sandra.

Cuenta que tras las inundaciones en Tula se topó de frente con la cruda realidad. A Sandra y su familia, durante varios días, los dejaron dormir en un local dedicado a la ventra de hamburguesas; a su casa solo pudo regresar a rescatar sus pertenencias y comenzar a limpiar después que bajó el nivel del agua tras la inundación.

“Mi esposo, mi hijo, mi hija y su esposo -su bebé lo cuido su suegra-, los cinco estábamos en un cuartito, hasta que bajamos a ver la casa.Todo se había perdido, muebles, trastes, ropa, aparatos, nada servía, recuerda la mujer.

"Me puse a recoger el patio, en la orilla hay unas tablas, en eso levanto una tabla y veo una figura. De inmediato vi que era la imagen de la Virgen de Guadalupe", cuenta Sandra.

Dice que sus gritos alertaron a los vecinos, pues "pensaron que había encontrado un cuerpo o algo así, pero al llegar vieron que se trataba de una tabla con la imagen de la Virgen".

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Tras el hallazgo, la emoción fue tal que Sandra dice que empezó a rezar y llorar. Así su familia colocó dentro de su casa la imagen de La Guadalupana y en "ese momento la gente empezó a llegar, a preguntar por la Virgen. Nos pedían permiso para rezar y las puertas siempre estuvieron abiertas" menciona.

La imagen no solo ha dado esperanza a la familia Pérez, si no que ha dao consuelo a sus vecinos, quienes, menciona llegan a su hogar pidiendo que los dejan entrar a rezar.

Sandra no duda que sus vecinos hayan recibido milagros, pero para ella la sola aparición fue ya uno. "A mí el milagro me lo dio al aparecer en mi casa, al bendecir a mi familia y que mis hijos lograran conseguir el trabajo que perdieron luego de la pandemia" asegura la habitante de la colonia El Tesoro.

Señala que también han sido criticados por las personas que no creen en La Virgen o las apariciones, pero eso a ella no le importa, y asegura que con que ella y su familia sepan qué pasó y cómo sucedió, "en nuestra fe y en nuestra creencia, pero sobre todo en nuestro dolor, La Virgen nos dijo: Aquí estoy, no están solos".

Para celebrar a La Virgen denominada: “Nuestra Señora del Tesoro, Consuelo de los Inundados”, los Pérez mandaron hacer un nicho en la entrada de su casa y la madrugada del 12 de diciembre la festejaron con "las mañanitas", flores, y un rosario a puerta abierta.

Ahora, los vecinos pueden rezar a la imagen que les ha dado consuelo en los momentos más duros que ha vivido Tula en los últimos años.

ardm