Monterrey.— Las últimas semanas se han registrado, de nuevo y con mayor frecuencia en , ataques de hombres armados contra negocios de los llamados giros negros, ejecuciones a la luz del día en establecimientos familiares, como restaurantes; el hallazgo de cuerpos calcinados, secuestros y desapariciones, entre otros delitos de alto impacto, los cuales hacen temer a la población el regreso de situaciones de extrema violencia que se vivieron en la entidad entre 2010 y 2012 por disputas y ajustes de cuentas entre bandas del

La confirmación de esa escalada de violencia la da la información que reporta la Fiscalía General de Justicia del Estado al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

En junio, la entidad registró 99 homicidios dolosos, la cifra más alta de los últimos 28 meses, es decir, marzo de 2019. 

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Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, tomó posesión como gobernador el 4 de octubre de 2015, al suceder al priista Rodrigo Medina de la Cruz (2009 a 2015).
En la primera parte del gobierno de Medina de la Cruz, la violencia creció de manera exponencial: recibió el estado con 267 homicidios dolosos y para 2010 se contabilizaron 828. El año más violento es, hasta ahora, 2011, con 2 mil 3 homicidios dolosos por acciones relacionadas con el crimen organizado.

En 2012, la tendencia bajó a mil 459 casos; en 2013, a 719; en 2014, a 490, y en 2015 descendió a 451 casos.

En 2016, ya con El Bronco de gobernador en su primer año completo de gestión, se contabilizaron 644 homicidios dolosos; en 2017, la cifra se elevó a 656; en 2018, a 825; en 2019 siguió la tendencia al alza, con 956, mientras que en 2020 se redujo ligeramente, al totalizar 914.

Sin embargo, de continuar la tendencia que se observa en 2021, con 516 asesinatos al cierre del primer semestre, éste podría ser el año más violento desde 2012, superando los mil casos.

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Los 99 homicidios dolosos registrados en junio pasado constituyen la cifra más alta de los últimos 28 meses, sólo superada en todo el sexenio de El Bronco por los 110 reportados en febrero de 2019, y empatada con los 99 que hubo en diciembre de 2018 y enero de 2019.

En julio, la situación ha empeorado, ya que hasta el día 10 se habían registrado 44 homicidios dolosos. El día 3, Nuevo León fue el estado más violento del país, con nueve asesinatos.

La primera estrategia

La disminución de homicidios dolosos durante el gobierno de Medina de la Cruz, después de haber alcanzado el punto más alto en 2011, se atribuyó a la estrategia Alianza por la Seguridad, que se puso en práctica con un esfuerzo del gobierno estatal, los grandes grupos empresariales y las universidades, y que  incluyó la creación de la policía estatal Fuerza Civil, con una formación profesional a través de la Universidad de Ciencias de la Seguridad, además de una fuerte presencia de integrantes del Ejército en la entidad.

Aunque Fuerza Civil se empezó a concebir desde 2010, se anunció oficialmente el 21 de mayo de 2011 y fue a partir del 14 de septiembre de dicho año que empezó a operar con la primera unidad de 422 elementos.

La nueva policía acreditada fue considerada ejemplo nacional y modelo a seguir por el entonces presidente Enrique Peña Nieto; pero no pasó mucho tiempo para  que evidenciara fallas y carencias, ya que sus elementos empezaron a incurrir en abusos y delitos, con las correspondientes recomendaciones en materia de derechos humanos, ceses y consignaciones.

Además, no se logró la meta de dotarla de 14 mil elementos; al concluir el gobierno de Medina de la Cruz (3 de octubre de 2015), contaba con 4 mil 303 elementos (casi 10 mil menos de los prometidos), de los cuales, 3 mil 606 eran policías activos y 697 eran cadetes en formación.

Jaime Rodríguez no mantuvo los niveles de seguridad que heredó de Medina de la Cruz, como se documenta con los delitos de alto impacto, principalmente el homicidio doloso.  

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Una de las causas señaladas por los expertos y adversarios de Rodríguez Calderón sería el descuido, al permitir el deterioro de Fuerza  Civil.

El 26 de noviembre de 2019, Manuel González Flores, entonces general de Gobierno de El Bronco, declaró que Fuerza Civil tenía 7 mil efectivos y afirmaba que, al cerrar el sexenio (en octubre próximo), contaría con 9 mil.

Sin embargo, el pasado 21 de junio, Aldo Fasci Zuazua, secretario de Seguridad Pública del Estado, declaró que Fuerza Civil solamente contaba con 4 mil 800 elementos, y que al terminar el sexenio (en menos de tres meses), ya sólo le quedarían 3 mil, puesto que el resto serán transferidos gradualmente a la Guardia Civil, un cuerpo policiaco que tiene más proximidad con la población y que fue creado por El Bronco en octubre de 2017.

Los límites con Tamaulipas

Mientras la inseguridad seguía en ascenso, Jaime Rodríguez y su homólogo de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, pusieron  en marcha la Fuerza de Reacción de Alto Rendimiento Interestatal (FRARI).

Dicho cuerpo policial estaba integrado inicialmente por cerca de 400 elementos de Nuevo León y más de 100 de Fuerza Tamaulipas, para ofrecer seguridad, entre otros, a los municipios tamaulipecos de Miguel Alemán, Ciudad Mier y Camargo, así como a los nuevoleoneses Doctor Coss, Los Aldama y General Treviño, que forman parte de una zona con fuerte presencia del crimen organizado, pues, dada su cercanía con Estados Unidos, se convierte en ruta de paso del tráfico ilegal de drogas, armas y personas. 

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Sin embargo, el municipio de Doctor Coss, en la frontera con Tamaulipas y con sólo mil 360 habitantes, fue en 2020 líder nacional en violencia, con  más homicidios por cada 100 mil habitantes, al registrar 23 casos. En el primer trimestre de 2021 se mantenía en primer lugar.

Expertos en temas de seguridad estiman que cuando hay cambio de gobierno, los grupos delictivos, en especial del crimen organizado, aprovechan el vacío de poder para tratar de ganar espacios o conquistar plazas, porque la administración saliente descuida sus labores, y la entrante tarda meses en tomar el control de la situación.

Al respecto, Gilberto Marcos Handal, presidente de la asociación civil Vertebra, comentó que el incremento de la violencia es un fenómeno que se da en los meses de transición, seguramente motivado por ese vacío de poder entre quien ya está dejando el mando y quien todavía no lo ostenta.

Pero en el caso de Nuevo León, donde el gobernador electo, Samuel García, ha mencionado la permanencia en el puesto del actual secretario de Seguridad Pública, Aldo Fasci, “podría haber una pista para el recrudecimiento de los homicidios dolosos y de otros indicadores, que nos llevan a un incremento estadístico mayor que el de la transición de 2015”. Además, expresó, no se pueden hacer a un lado los casos de Nuevo Laredo y Reynosa, que tradicionalmente han contaminado el ambiente en Nuevo León.

Por lo pronto, García ha promovido una coordinación de los alcaldes de 14 municipios metropolitanos y periféricos para enfrentar la inseguridad, emulando el modelo que Enrique Alfaro impulsó en Jalisco.