Doxey.— Para los productores de flores de cempasúchil de este año ha sido cuesta arriba, debido a que han tenido que sortear la crisis por la pandemia del , las fuertes lluvias en sus campos y además el cierre de panteones, por lo que optaron por adelantar la venta de sus productos.

De acuerdo con números de la Secretaría de Agricultura, son 10 municipios los que se dedican a la producción de flor: Actopan, Francisco I. Madero, Ixmiquilpan, San Agustín Mezquititlán, Progreso, San Salvador, Santiago de Anaya, Tezontepec de Aldama, Tlaxcoapan y Tula.

Sin embargo, desde que llegó la pandemia de Covid-19 los productores de Doxey han padecido bajas ventas, aunque las tradiciones se niegan a morir.

Sumado a eso, este 2021 con el cierre de los panteones tuvieron que adelantar la venta que tradicionalmente se realizaba los últimos días de este mes, y desde el 22 de octubre se ven los letreros de “Se vende flor”.

Arely Rivas acudió este fin de semana con su familia a atender el puesto de flor que se encuentra a la orilla de la parcela. Cuenta que han sido años difíciles, pues a  la pandemia se han sumado las lluvias, que afectaron la producción hasta en 20%.

La flor no nació y, si bien no hubo inundaciones, se tuvieron anegamientos en algunas parcelas, donde se tuvo que sacar el agua con bombas.

También comenta que la mayor parte del año hay producción de maíz y vegetales, pero a partir de junio se comienza con la siembra  de manita y crisalia, y en julio el cempasúchil.

Inicialmente  se hace en canteros, que son espacios en tierra negra donde se cultiva y, al tener un crecimiento de aproximadamente 17 centímetros se trasplanta al surco.

Sobre los precios, doña Arely dice que no han aumentado con respecto al año pasado, a excepción de la manita de león, que  está en 70 pesos el manojo; el resto lo ofertan en 60 pesos.

Por su parte, María Sotelo tiene la esperanza de que este año la producción pueda salir a la venta; señala que tiene sólo una pequeña porción de terreno que siembran y en ella invierten 8 mil pesos en costos, aparte de todo el trabajo que realizan.

María, acompañada de su hija de 13 años, decidió aprovechar su “descanso”. Toda la semana trabaja en una tortillería, mientras su esposo es carpintero.

Asimismo, cuenta que la venta de flor  le ayuda con sus gastos, pero ya son dos años en que bajó, por eso ahora dice  que esperan con ansia la temporada, ya que además el dinero de la inversión lo pidieron prestado.

Para ella y su familia, que viene de Pachuca, cuenta que conocieron de este lugar por internet:  un día vieron unas fotografías que les gustaron y decidieron visitar el sitio.

Añade que para ellos es una distracción, una salida que aprovechan para conocer la región y llevar sus flores.

Asimismo, señala que tener flores de Hidalgo  es garantía de que le van a durar toda la festividad de muertos y si además las puede escoger de las huertas es mucho mejor. Los precios son buenos y hay mucha variedad, que puede darle gusto a todos.

En 2020 la entidad cultivó mil 352 toneladas de cempasúchil, mientras que de mano de león 46 mil 800 manojos y de nube 10 mil 120 toneladas.

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