Ciudad Victoria.— En Tamaulipas la solución para la parece depender de un milagro o de la llegada de un ciclón.

Al menos así lo considera el gerente de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa) de Ciudad Victoria, Eliseo García Leal: “Que nos traiga [la temporada de huracanes] lluvias para recarga de la presa Vicente Guerrero”, expresa el funcionario.

Hasta el corte del 26 de mayo, las nueve presas del estado están con niveles abajo de 60% de su capacidad y continúan en descenso.

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En el caso de la presa Vicente Guerrero, principal fuente de abastecimiento de la capital, se encuentra a 23% de su capacidad, motivo por el cual continuará el sistema de tandeo en Ciudad Victoria.

La estrategia que implementaron las autoridades municipales inició desde abril, con la distribución del líquido en pipas a diferentes colonias y un programa de tandeo para toda la ciudad, mismo que ha causado malestar en los habitantes, debido a que en muchas colonias los usuarios desconocen con exactitud los días y horarios en que tienen agua.

Desespera distribución

Según la distribución oficial que hizo el ayuntamiento, al menos 135 colonias tienen agua potable por las mañanas, otras durante mañana y tarde, mientras que otras en horario nocturno, además de que en algunos sectores de la ciudad el recurso es de 24 por 24 horas.

Por eso, en algunos sectores la paciencia está por llegar a tope, pues en las últimas semanas se han registrado diversas manifestaciones de habitantes en demanda de que se normalice el suministro.

“Queremos que nos apliquen un 90% de descuento en los recibos del agua, porque nos siguen cobrando y sólo es aire”, asegura María Escobar, quien hace unos días protestó frente al ayuntamiento.

En otro caso, en la colonia Libertad, algunas vecinas se manifestaron cerrando la vialidad, “tuvimos que hacer esto para que nos hicieran caso y nos trajeran una pipa de agua, porque no sale agua en las llaves. Las promesas de solucionar el problema se las llevó el viento, sólo les interesa cuando son tiempos de campaña”, justifica una de las madres de familia.

Además, en redes sociales, varios usuarios difundieron fotografías y videos de la mala calidad del líquido que les llega a sus hogares. “Es imposible lavar ropa o bañarse con esta agua; ya estoy harto de comprar botellones, me resulta muy caro”, comenta Carlos Rodríguez.

Al respecto, el gerente de Comapa, Eliseo García, explica que esto ocurre debido al bajo nivel de agua en la presa Vicente Guerrero, lo cual aumenta que el agua caiga más turbia a la ciudad, pero afirmó que sí es potable: “Hay un proceso de desinfección con gas cloro, sí se desinfecta el agua”.

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Elevan oraciones

Uno de los sectores productivos más afectados por la falta de lluvias es el agrícola, por lo cual uno de los santos católicos más venerados y recurridos por los campesinos ha sido San Isidro.

Recientemente, en comunidades agrícolas de diferentes municipios se organizaron novenarios, rezos y danzas a San Isidro, con motivo de su fiesta, el 15 de mayo.

Don Benjamín Rodríguez, campesino de la región de Santa Engracia, reconoce que es urgente que sigan las lluvias.

“Ya no sabemos a cuál santo rezarle; ya sacamos a San Isidro por el campo y no llueve. Si es necesario, pues que bombardeen las nubes, que lo hagan, pero que hagan algo, las presas y los ríos necesitan mucha agua”, afirma.

Recientemente, los habitantes de la región se unieron para rezarle al patrono de la gente del campo, relata don Lalo López: “Mucha gente salió con la imagen de San Isidro entre las huertas de naranjas, para tener la bendición de las lluvias”.

Resurge Viejo Padilla

En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL por la presa Vicente Guerrero se pudo constatar el drástico descenso del nivel del agua, debido a la larga ausencia de lluvias en la zona centro de Tamaulipas.

La presa abarca una superficie de 39 mil hectáreas y contiene las crecidas de los ríos Purificación y Corona, y en situaciones normales hasta se practica la pesca deportiva.

Esta falta de líquido ha sido la peor en los últimos 14 años y ha ocasionado que emerjan las ruinas de lo que fue el poblado de Villa de Padilla (Viejo Padilla), dejando al descubierto las lápidas del cementerio, la iglesia San Antonio de Padua, la escuela Miguel Hidalgo y el histórico paredón en donde fue fusilado, en 1824, Agustín de Iturbide.

El pueblo fue inundado en 1970 y sus habitantes desalojados, por lo que se trasladaron a unos kilómetros de ahí, a la actual cabecera municipal de Nuevo Padilla.

La peor crisis del agua en esta presa se remonta al año 2001, cuando estaba a 7% de su capacidad.

Desde el año 2012, las autoridades estatales han planteado al gobierno federal la urgencia de construir una segunda línea del acueducto, pero no ha habido presupuesto para ello.

Al respecto, el alcalde de Ciudad Victoria, Eduardo Gattás, informó recientemente que ya hacen la actualización de la segunda línea, la cual vendría a solucionar gran parte de la problemática: “Es una obra de gran calado que se tarda entre cuatro y cinco años en realizarla”.

Actualmente se extraen 900 litros por segundo, pero la capital del estado requiere de mil 700 litros por segundo, lo que podría lograrse con dicha obra, que tiene un costo aproximado de mil 600 millones de pesos.

El gerente técnico de la Comapa de Ciudad Victoria, Víctor Moreno, explica que la sequía no es algo nuevo, pues comenzó en 2014 y desde entonces no se ha podido recuperar un buen nivel de almacenamiento.

“De ese año para acá no ha llovido lo suficiente para la recarga de las presas. Los niveles de la presa, hay que decirlo, están bajos a como lo deseamos; sin embargo, por ahora tenemos garantía, si no lloviera para dos años más”, explica.

Sin embargo, la falta de lluvias afecta también al resto de las presas del estado que presentan nivel de almacenaje por debajo de 60% de capacidad, de acuerdo con el reporte de la Comisión Estatal del Agua de Tamaulipas (CEAT).

La presa República Española, en el municipio de Aldama, tiene 27% de su capacidad; en el municipio de Mier se encuentra Las Blancas, con un nivel de 27%; en Xicoténcatl, la presa Emilio Portes Gil está a 34%; en Hidalgo, la presa Pedro José Méndez está a 21%, y la presa Falcón, en el municipio de Guerrero, está a 12%.

Por ahora sólo destaca el nivel en las presas Ramiro Caballero, ubicada entre Mante y González, al 58%, y la Marte R. Gómez, en Camargo, que se encuentra al 52% de su nivel de llenado.

Además, lo peor para el estado es que el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) no pronostica lluvias para la región, al menos en el corto plazo.

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