Tijuana.— Róselene sintió un dolor en la panza, justo donde apenas un día antes su bebé —dentro de su vientre— pateó con fuerza. Casi de inmediato un torrente de sangre salió de ella y luego una masa rojiza y negra que, después, entendería que se trataba del hijo que gestaba. Ella es una más de un grupo de migrantes haitianas que en los últimos meses no han logrado sus embarazos. Las que pueden, las que gestan, lo hacen contra cualquier pronóstico.
Se trata de al menos seis migrantes, quienes narraron para EL UNIVERSAL las circunstancias en las que se interrumpieron sus embarazos. Mientras que ellas aseguran que el responsable es el personal médico por recetarles fármacos contraindicados, activistas y asociaciones civiles advierten que el problema tiene que ver con la discriminación y falta de acceso a un derecho universal: la salud.
“Esas mujeres tienen a sus bebés aun con todo en contra; es la misma vida queriendo vivir. Son mujeres y bebés resilientes que no viven, porque más bien, con estas circunstancias… sobreviven”, lamenta la activista.
La clínica Partería y Medicina Ancestrales es un espacio ubicado en la zona norte de Tijuana, a un costado de refugios de migrantes y una clínica atendida por voluntarios de Estados Unidos y mexicanos, quienes abren las puertas a aquellos que no cuentan con un seguro social o son rechazados por los hospitales públicos de la ciudad.
Afuera del edificio aguarda una fila enorme que da vuelta en la explanada. En las únicas dos bancas colocadas a la entrada de la partería, un grupo de mujeres espera su turno. Son alrededor de 10 o 12 migrantes de Haití, dos de ellas perdieron a sus bebés recientemente; sus embarazos no se lograron. El resto sonríe con sus panzas resplandecientes.
Róselene es una de ellas, es su segunda visita después de perder a su hijo. Se aferra a saber la verdad, quiere entender por qué no pudo tenerlo. Mientras sus amigas hablan de las semanas que tienen y las que les quedan, otras, como ella, hablan de la muerte de sus bebés.

“El doctor mató a mi bebé… Me dio una pastilla y luego vino el dolor, sangre y luego el bebé… Cuando fui me preguntó que si tenía dinero para tener bebé, que para qué quería ser mamá”, narra Róselene mientras espera sentada, junto a otras migrantes, afuera de la única clínica que recibe y atiende a grupos vulnerables. “Yo sí quiero ser mamá, sí quiero. ¿Por qué no me dejaron?”, lamenta.
Róselene tenía siete meses de embarazo cuando le informaron que parte de ese sangrado era el bebé que estaba en gestación. Las últimas semanas antes de la pérdida le recetaron antibióticos para una infección urinaria, también le dijeron que era importante beber mucha agua y cuidar su vejiga.
Ximena asegura que tomar el medicamento no es el problema, pero beber agua y cuidar la higiene es casi imposible cuando vives en un albergue con otras 600 personas y compartes los únicos tres o cuatro baños que hay en el lugar, además de la falta de atención médica para seguir los cuidados prenatales.
Leer también: Identifica INM en dos días a casi 6 mil migrantes en condición irregular
“A veces han llegado con nosotros y no nos pueden dar ni una muestra de orina de lo deshidratadas que llegan… La deshidratación, la falta de acceso a un baño, que luego se convierte en infecciones urinarias y vaginales, esas son las principales causas de un aborto… y eso, justo eso, son las condiciones normales para las migrantes”, explicó.
Róselene no es la única mujer migrante que perdió a su bebé. Janin, otra joven de Haití del mismo refugio, también. La historia se repitió: dolores al orinar, una visita al centro médico, las mismas pastillas y, después de un par de días, un dolor que empezó en el vientre, al que le siguió un sangrado y, finalmente, la expulsión de su bebé.
Janin también acompaña a las otras mujeres embarazadas a su cita en la partería. Las acompaña a pedir sus ultrasonidos a los médicos. Las arropa y consuela, no quiere que ninguna otra mujer vuelva a perder a su hijo.
“Nadie nos ayuda, no queremos que haya más muertos. Es discriminación, porque si no tenemos a nadie que ayude, ¿cómo nos cuidamos entonces? ¿Cómo cuidamos bebés? Queremos ser mamás y no podemos”, lamenta.
Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, opciones para el fin de semana, Qatar 2022 y muchas opciones más.
[Publicidad]
[Publicidad]



