Guadalajara.— Por segunda ocasión en su historia, Colima podría ser gobernado por una mujer —la primera fue la priista Griselda Álvarez, en 1979—, pues las principales fuerzas políticas han postulado a candidatas.

En opinión de Enrique Chaires Ramírez, politólogo de la Universidad de Colima, las coaliciones Juntos Hacemos Historia en la entidad (Morena-Nueva Alianza Colima) y serán las que protagonicen la próxima contienda; la primera estará representada por la morenista Indira Vizcaíno Silva y la segunda, por la priista Mely Romero Celis.

“Existen otras candidaturas de los que podríamos llamar partidos contendientes potenciales, que son Movimiento Ciudadano, el Partido Verde y el PT, que van solos y postularán a sus candidatos, pero con menos posibilidades, de tal suerte que tenemos dos cosas: la posibilidad de la alternancia y, muy seguramente, que tengamos en Colima una segunda mujer gobernadora”, señaló el especialista.

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Colima es la entidad menos poblada del país (731 mil 391 habitantes, según datos del Inegi) y uno de los estados a los que la alternancia no ha llegado.

Desde 1931, el PRI encabeza el gobierno y ahora busca retener el poder con apoyo de los partidos que —por tradición— han sido su oposición local.

Las alianzas

“Entre la militancia hay un buen entendimiento de que necesitamos aliarnos [con el PAN y el PRD] ante el riesgo inminente de lo que representa Morena para llegar al gobierno del estado, ese es el principal objetivo que hemos platicado, que por el interés superior del estado es mejor ir en alianza al proceso electoral”, dijo a EL UNIVERSAL José Manuel Romero, quien fue presidente estatal del tricolor hasta principios de febrero, cuando dejó el cargo para que, de cara a la elección, lo tomara un político con mayor experiencia: Arnoldo Ochoa.

La alianza se materializó el 10 de diciembre, pero no hay gran entusiasmo por parte de la militancia de los tres partidos, señaló Chaires Ramírez, quien consideró que una de las claves de esta elección será la movilización de estructuras partidistas.

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Alejandro García, presidente estatal del PAN, ve esta alianza más como una estrategia nacional que local: “Es una oposición al gobierno federal derivada de las crisis sanitaria, económica, de seguridad pública y de los recortes a los presupuestos estatales. Tenemos una política centralista en la que se le está quitando la ayuda a los estados y coincidimos para hacer un bloque opositor”.

En el lado de Morena, Vladimir Parra, presidente del consejo estatal de ese partido, señala que las encuestas les auguran un triunfo electoral; según sus cálculos, tienen un margen de ventaja de más de 20 puntos, principalmente por la alta aprobación del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Pero Morena no es un bloque homogéneo, recordó Chaires Ramírez, y la designación de Indira Vizcaíno como candidata no fue tersa, incluso generó que la diputada federal Claudia Yáñez Centeno, quien buscaba la candidatura guinda, rompiera con Morena y ahora se postule con el partido Fuerza por México.

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En opinión del especialista, el descontento en la militancia panista puede ser una oportunidad para el Partido Verde y Movimiento Ciudadano. Recordó que Virgilio Mendoza, quien va con el Verde, y Leoncio Morán, de MC, fueron figuras importantes que salieron del PAN y podrían capitalizar el voto inconforme.

El PT, en tanto, podría aprovechar el descontento en Morena con la elección de Vizcaíno para jalar votos, estimó el experto.