Reynosa, Tam.— La parálisis por la pandemia de Covid-19 retrasó alrededor de 50 mil procesos legales desde marzo de 2020 en la entidad, pero no sólo eso, también afectó los derechos de los hijos de padres divorciados, pues el tutor con la custodia del menor aprovecha la situación para no permitirle a la otra parte ver a sus niños.

Desde hace unos meses, el estado comenzó la implementación de la justicia digital, con lo cual se comenzaron a desahogar varios juicios por medio de enlaces virtuales, pero por las medidas sanitarias, las oficinas permanecen cerradas al igual que los Centros de Convivencia Familiar (Cecofam).

El cierre de estos centros ha ocasionado que padres o madres que no cuentan con la custodia de sus hijos no puedan verlos desde que inició la pandemia, lo cual afecta al menor por la falta de conviviencia porque impide el desarrollo integral y violenta su derecho a una vida sana y afectiva, de acuerdo con la abogada Aída Zulema Flores Peña.

La especialista en materia familiar explicó que ante este tipo de acciones, se informa a los jueces de la situación, pero desafortunadamente no pueden hacer algo al respecto porque las madres argumentan que no tienen los medios para que los menores puedan comunicarse con sus padres.

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“Debido a la contingencia se suspendieron las visitas presenciales de padres a sus hijos y se ordenó que sean vía Zoom, estableciendo días y horas.

“Generalmente, los menores habitan con sus madres, quienes dicen que no tienen forma de llevar a cabo estas reuniones vía Zoom, porque no cuentan con los medios para hacerlo”, subraya la litigante.

Flores Peña consideró que ante esta situación es urgente que se tomen medidas más fuertes para que no se siga practicando este tipo de violencia contra los menores, pues afecta su formación.

“Hay casos en los que los padres siguen cumpliendo con sus obligaciones alimenticias; depositan mensualmente sus aportaciones económicas para la manutención de sus hijos y aún así no pueden verlos. Tenemos casos donde las madres les dicen a sus hijos que es el padre el que no quiere verlos y esto genera otro tipo de problemas emocionales en los menores”, detalló.

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En los casos donde los padres podían ver a sus hijos por medio de un Cecofam, desde marzo esa situación no es posible, pues todavía estos centros permanecen cerrados; sin embargo, son situaciones específicas.

“En estos casos, desafortunadamente las reuniones no pueden hacerse en otra parte que no sea el Cecofam, ya que es un acuerdo que se tomó en el momento de la disolución del matrimonio, donde se pacta la custodia, se fijan los días y horarios de visita y se determina que la reunión no puede ser en un restaurante ni en casa de un familiar”, explicó.

Flores Peña refirió que la parálisis de cuatro meses por el confinamiento ocasionó un rezago y que el sistema de justicia esté saturado y los fallos en materia familiar se vayan desahogando menos rápido que lo normal.

“Me comentan que a diario ingresan hasta 300 pedimentos nada más en materia familiar que es donde se ha visto más afectación.  Luego, en lo que instalaron la plataforma, muchas veces la gente se desespera, piensa que nosotros no estamos trabajando, pero el rezago hace que exista una dilación en la justicia”, afirmó.

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Pandemia paraliza juzgados

A pesar de la implementación de la justicia digital, la pandemia de Covid-19 retrasó unos 50 mil procesos legales desde marzo de 2020 en Tamaulipas, reconoció el magistrado presidente del Supremo Tribunal de Justicia del estado, Horacio Ortíz Renán.

“Únicamente se atendían asuntos penales con detenido exclusivamente; todo lo demás se declaró en receso y, a partir de agosto, varios tribunales paulatinamente hemos regresado a las actividades”, afirmó.

Explicó que continúan trabajando de manera virtual a través de videoconferencias y gestión electrónica (por medio de un escrito electrónico), además de que trabajan en oficinas con 30% del personal en cada unidad  jurisdiccional, del cual un tercio trabaja en la mañana, otro en la tarde y el resto en casa.

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El magistrado destacó que, actualmente, no cuentan con procesos legales pendientes o en pausa ya que se trabaja en todos los rubros,  civiles, familiares, mercantiles y penales, con las limitaciones del caso.

“Hemos tenido cuatro decesos: tres empleados y una juez por contacto con personas infectadas, aunque no sabemos si en el trabajo o en casa”, señaló.

También afirmó que la justicia digital es más rápida, pero reconoció que algunos abogados se encuentran descontentos, pues deben salir de su zona de confort, lo que ha ocasionado que por medio de sus redes sociales cuestionen la nueva modalidad.