Chahuites.— Bajo una casa de campaña improvisada, una bicicleta, una bocina, cuatro mochilas con sábanas y poca ropa son los únicos bienes de Nelson Mejía, María Teresa Celaya y sus dos hijos de nueve y siete años. El patrimonio lo vienen cargando desde hace 18 días, cuando partieron de Tapachula, , tras esperar en vano que el gobierno de México les diera una visa de refugiado al huir de la violencia en Tegucigalpa, Honduras.

Durante cinco horas caminaron por la carretera Panamericana desde Los Corazones hasta Chahuites, comunidades ubicadas en los límites con Chiapas. Nadie los molestó en los 21 kilómetros de recorrido por esta zona considerada como un infierno para los , al tener parajes de constantes asaltos, violaciones y asesinatos por grupos delictivos de la región.

Previo a la entrada de la caravana a esta zona de Oaxaca, las autoridades municipales advirtieron que no se les permitiría el ingreso. Sin embargo, no se pudo frenar el gran contingente, que se calcula en alrededor 3 mil 500 personas. En Chahuites muchos negocios de autoservicio cerraron sus puertas ante el miedo de robos que fue infundido por las autoridades municipales.

No obstante, comerciantes del mercado de este poblado conocido como la Capital del Mango hicieron caso omiso a la petición de cerrar. Además, algunos pobladores apoyaron a los migrantes con agua y comida para los niños, muchos de ellos enfermos con gripe, tos y fiebre.

Por este rechazo a los migrantes, el coordinador de Pueblos Unidos Migrantes, Irineo Mujica, acusó al gobierno federal mexicano de alentar la xenofobia entre las poblaciones por donde pasa la caravana: “Los funcionarios del gobierno federal propalan mentiras y dicen que en la caravana hay enfermos de sida, tuberculosis y Covid-19. Es falso”, señaló.

Mujica acusa al Instituto Nacional de Migración (INM) de chantajear y mentir a los migrantes al ofrecerles visas humanitarias con la condición de que sean trasladados a sus oficinas en Campeche, Oaxaca, Guerrero, Hidalgo, Querétaro y Morelos, ello luego de que ayer el organismo ofreció dichos trámites.

El domingo pasado, el INM trasladó a la capital oaxaqueña a unos 90 centroamericanos para tramitarles la visa humanitaria. Una fuente del Grupo Beta informó a EL UNIVERSAL que desde la estación migratoria de San Pedro Tapanatepec, ayer salieron dos autobuses de migrantes con destino a Morelos, donde les tramitarán la visa humanitaria.

Pese al ofrecimiento, la mayoría de los integrantes de la caravana han rechazado regularizar su estancia en el país, y a quienes han optado por hacerlo los han alertado de que es falso y que los tienen encerrados.

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