Morelia.— Un programa que involucraba a 40 profesores cubanos para “abatir el analfabetismo” en Michoacán terminó sin lograr sus objetivos y con señalamientos por desfalco del erario.
Se trató del programa Alfa Tv, puesto en marcha en 2003 por el entonces gobernador Lázaro Cárdenas Batel (hoy coordinador de asesores del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador), y costó a las finanzas de Michoacán más de 100 millones de pesos.
Ese convenio era parte del Programa de Atención Integral Educativa, suscrito por el gobierno de Michoacán y el gobierno de la República de Cuba, el cual consistía en seis acciones, entre ellas alfabetizar a través de la televisión, proyecto al que se denominó Alfa Tv.
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El gobierno de Cárdenas Batel (2002-2008) anunció que la meta era disminuir en 10% el total de la población analfabeta en un plazo de dos años. En ese entonces, se calculaba que en Michoacán había 346 mil 527 personas que no sabían leer ni escribir.
Alfa Tv arrancó en 2003 con un presupuesto anunciado de 12 millones de pesos. Se informó que los asesores cubanos sólo iban a percibir 200 pesos diarios (6 mil pesos mensuales), monto que, se dijo, no era sueldo, sino “gastos de estadía”.
Las anomalías
No había pasado un año del arranque de Alfa Tv cuando los diputados locales ya habían señalado irregularidades.
Desde el Congreso estatal se denunció que no eran 40 profesores cubanos los que había contratado el gobierno estatal, sino decenas más.
En un informe se evidenció que cerca de 200 extranjeros, provenientes de la isla caribeña, estaban en la nómina de diferentes secretarías, como la Comisión Coordinadora del Transporte, la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, el Sistema Michoacano de Radio y Televisión y hasta la Oficialía Mayor, entre otras.
Además, sus percepciones salariales eran de funcionarios de alto nivel, en algunos casos por encima de los alcaldes.
Se señaló que los operadores cubanos de Alfa Tv vivían en zonas exclusivas de Morelia, donde rentaban viviendas por 12 mil y 15 mil pesos, y manejaban autos de lujo.
Los diputados locales también detectaron que las aulas y equipamiento para el programa educativo eran, en muchos casos, elefantes blancos que nunca fueron acondicionados e instalados.
El libro Situación educativa del estado de Michoacán, que elaboró el gobierno en 2012, reveló que tan sólo en 2004 se destinaron 25 millones 382 mil pesos para Alfa Tv.
En su apartado Proyectos con Financiamiento Público, evidenció que ese presupuesto rebasaba la inversión de 228 programas educativos estatales juntos.
El gasto de ese programa se disparó a más del doble y seguía coordinado y operado por los asesores cubanos, que trabajaban tres días a la semana y cuyos sueldos se pagaron en dólares.
En auditorías realizadas al programa se evidenció que el gobierno de Cárdenas Batel cubrió gastos personales, de alimentación, alojamiento, visa y boletos de avión en viaje redondo para cada asesor. También se revelaron múltiples viajes a la Ciudad de México y Miami, Estados Unidos.
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Programa sin resultados
El reporte detallado Investigación sobre el desarrollo de los problemas financieros de Michoacán concluyó que Alfa Tv fue un programa fantasma y por ende sin resultados.
Esa auditoría estuvo a cargo de especialistas de la Facultad de Contaduría de la Universidad Michoacana y auditores independientes, basado en las cuentas públicas.
El documento evidenció que de los más de 100 millones de pesos que el gobierno de Lázaro Cárdenas Batel invirtió en ese programa “nada se sabe”.
Es decir, que no existen documentos que soporten el gasto público ni los resultados del programa, a pesar de que al final de ese sexenio se dijo “había sido un éxito”.
En la Gaceta LIX/2PPO-67/- 2980 del Senado de la República, publicada el 14 de octubre del año 2004, quedó constancia de un punto de acuerdo aprobado por los integrantes de las Comisiones de Educación y Cultura y de Relaciones Exteriores.
En el documento se exhortaba a impulsar programas y proyectos para abatir los rezagos educativos y hace observaciones al programa Alfa Tv.
Entre los senadores que aprobaron ese punto de acuerdo está Manuel Bartlett Díaz, en ese entonces priista y ahora director general de la Comisión Federal de Electricidad.
Entre las observaciones que se hacen en el documento se cuestiona el aprovechamiento de recursos, personal calificado y modelos educativos desarrollados por michoacanos para estas estrategias de alfabetización.
El punto de acuerdo resalta otro punto de preocupación que consiste en la calidad migratoria y derechos laborales o salariales que perciben los especialistas cubanos participantes en el programa, quienes mantienen su relación laboral con el Ministerio de Educación de Cuba, mientras la Secretaría de Educación de Michoacán no adquiere ninguna obligación laboral.
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