.— Mientras que en el municipio de Apatzingán el corte y comercialización del limón sigue paralizado, los agricultores de los municipios vecinos, de Buenavista y de Múgica, redoblan esfuerzos para evitar un desabasto generalizado de la fruta en todo el país.

Hace ya 10 días que los productores de limón de Apatzingán decidieron parar sus labores ante el cobro de cuotas, extorsión y amenazas del grupo delictivo de Los Caballeros Templarios.

“Nuestras huertas están abandonadas; no podemos cortar ni vender nada. Tenemos pérdidas superiores a los 40 mil pesos semanales, pero los que más lo recienten son los cortadores”, reveló uno de los productores del Valle de Apatzingán.

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Luego de una reunión a la que tuvo acceso EL UNIVERSAL, los productores de municipios aledaños, decidieron trabajar “a marchas forzadas” para evitar una crisis mayor.

“Nosotros ahorita decidimos aumentar los días de corte y de comercialización, para que haya fruta en el mercado nacional y no se dispare el precio del limón.

“Es que, mire, quienes pagarán las consecuencias son los millones de familias mexicanas”, explicó un productor de la región.

Precisó que durante la reunión celebrada ayer, y que duró más de tres horas, productores y empacadores tomaron la decisión de, incluso, trabajar jornadas más largas.

Nuevas complicaciones

La situación, sin embargo, se ha complicado también para los citricultores de Buenavista, pues no pueden transportar su producto por la vía ordinaria.

Explicaron que la amenaza del grupo criminal de Los Caballeros Templarios se extendió al impedir que sus camiones de carga utilicen la ruta que pasa por Apatzingán.

Señaló que eso les implica más tiempo y mayor costo de lo que hasta hace 15 días invertían en el traslado del limón a diferentes partes del país.

Ahora no podrán llegar a la autopista Siglo 21.

“De Buenavista tuvimos que hacer nuevas rutas de traslado, que reflejan una aumento en los gastos. Ahora recorremos parte de la Tierra Caliente, la meseta purépecha y el valle de Zamora para poder llegar a la autopista Morelia-Guadalajara”, detalló un productor.

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Se mantiene conflicto en Apatzingán

En Apatzingán, en tanto, continúa parado el corte del limón; los empaques están cerrados y los cortadores, así como otro trabajadores de la cadena productiva están sin empleo.

Otro de los productores expuso que las amenazas crecen hacia ellos, e, incluso, a sus familias, para que sigan con el paro de labores en huertas y empaques.

Sostuvo que la economía de las familias que dependen del corte del limón se han visto afectadas en el municipio de Apatzingán, que llevan días sin percibir un salario.

“En los bolsillos de los cortadores es donde más ha repercutido el paro del corte y comercialización. Ellos [los cortadores] están molestos, se han hecho reuniones y reuniones, pero ahí los Templarios son los que están haciendo todo eso”, relató.

Reiteró que ya es una realidad el pago que tendrán que hacer de un peso por kilo cortado y otro más por kilo comercializado, ya que siguen advertidos por el cártel.

Nos están cobrando una cuota muy alta, y no queremos pagarles la cuota porque no tenemos ganancias, sino pérdidas, a raíz de que nos tienen paralizados.

Nos están haciendo amenazas, quemando carros y amenazando a la familia, porque ya tenemos más de una semana que no podemos trabajar ni sacar ni cortar limón de ninguna clase ni para el molino ni para el empaque”, sostuvo el productor.

Situación desesperada

En la zona, permanece la inactividad de la Guardia Nacional, y es visible la presencia de elementos de la Guardia Civil y del Ejército Mexicano.

Los habitantes de Apatzingán dijeron que esto ya causa estragos en su economía, porque el limón es el motor de la comunidad.

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“Mi esposo, mis hijos, mis yernos y toda la familia, dependemos del corte de limón, y ahorita ya llevamos más de una semana que no trabajan. ¿Qué vamos a hacer?, dígame, si esto no tiene para cuándo solucionarse”, reprochó Adela, una madre de familia.

La también profesora jubilada, advirtió que si la crisis sigue así, tendrán que vender sus propiedades y buscar irse a Estados Unidos.

“No podemos seguir así, porque nos vamos a morir de hambre si no tenemos ingresos. Vivimos al día y ahorita no hay dinero”, lamentó.

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