Tras las elecciones del pasado 5 de junio, ha iniciado la hora de los ajustes de cuentas en los partidos políticos. No sólo en el PRI hay jaloneos, gritos y sombrerazos por las palizas electorales que le propinó Morena y que costaron las gubernaturas de Oaxaca e Hidalgo , y piden que renuncie su líder nacional. También dentro de Morena , se piden renuncias.

Varias voces del partido en el gobierno, entre ellas la del coordinador de la bancada en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier , exigen la expulsión del senador José Ramón Enríquez Herrera, a quien responsabilizan de la derrota en Durango.

Nos dicen que se debe recordar que la división en ese partido se originó por la decisión de su presidente, Mario Delgado , de postular a una mujer, Marina Vitela, a pesar de que Enríquez Herrera había ganado la encuesta interna.

Ahora, tanto don Ignacio, como don Mario, nos comentan, culpan al senador Enríquez Herrera de la derrota, quien a su vez, acusa a la dirigencia morenista de haber entregado el estado a la oposición al haberse empeñado en postular a una mujer que las mediciones mostraban tenía un perfil perdedor.

ml

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