En el gobierno de Sonora, nos cuentan, crece la desconfianza y el temor ante la “epidemia de hackeos” que padecen los dispositivos electrónicos de funcionarios de primer nivel, empezando por el gobernador Alfonso Durazo (Morena), cuyo WhatsApp fue hackeado a finales de octubre, casi de manera simultánea al de Omar del Valle, titular de Hacienda. Pero ahí no acaba el cuento, nos detallan, pues hace unos días María Dolores del Río, secretaria de Seguridad Pública, también se convirtió en víctima, lo que de inmediato encendió las alertas y ocasionó que, ante la amenaza de más hackeos, algunos secretarios hayan comenzado a recibir la orden de hacer una limpia de sus dispositivos, para evitar filtraciones de temas delicados. Por ahí dicen que el miedo no anda en burro… Anda en WhatsApp.

Chiapas: ni respuesta ni solución

El caso Pantelhó, con sus 21 lugareños raptados presuntamente por el grupo armado El Machete, nos relatan, continúa como una piedra en el zapato para el gobierno de Rutilio Escandón (Morena), pues a cuatro meses, las familias de los desaparecidos no reciben justicia, mientras que el vacío de autoridad se siente en ese municipio tzeltal, cuyo ayuntamiento debió renovarse el pasado 30 de septiembre. La cereza del pastel, nos indican, son la Secretaría General de Gobierno, la Fiscalía estatal y el Congreso local, responsables directos de resolver, pero que prefieren hacer como las avestruces ante quienes se preguntan cuánta sangre indígena debe correr para que el Estado de derecho se haga valer.

¿Víctima o “memero” despistado?

Hablando de hackeos, nos dicen que quien también se dijo víctima de uno fue el diputado local de Hidalgo, Juan de Dios Pontigo (PRI), luego de que en sus redes sociales fue posteado un meme en el que se atacaba a la diputada morenista Sharon Macotela. Ante la polémica, nos explican, don Juan salió a decir que manos anónimas habían ingresado a su cuenta y que él se deslindaba de dicha publicación, pues es “incapaz de violentar a una mujer”. No obstante, nos narran, más de una ceja se levantó al cuestionarle si de verdad hubo un hacker en su contra o más bien el priista tuvo un “despiste” de esos que en estas épocas sale muy caro. ¡Ups!