Ciudad Juárez.— De 2008 a la fecha, Ciudad Juárez ha estado marcada por al menos 17 masacres y ataques que han cobrado la vida de más de 160 personas, no todas integrantes del crimen organizado, pues en su mayoría han sido víctimas inocentes.

El más reciente caso, ocurrido el pasado jueves, que dejó 11 muertos y 12 lesionados y que se generó por la riña en el Centro de Reinserción Social (Cereso) número 3, refleja la fragilidad de la seguridad en esta ciudad fronteriza, asegura Antonio Gómez, criminólogo en esta localidad.

El especialista advierte que es dentro de ese penal donde se planean este tipo de hechos de violencia que afectan a la población en general.

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“En esta ocasión inició porque había una riña entre bandos de personas del crimen organizado. Sí es cierto, porque anteriormente dentro del Cereso se daban situaciones en las que, desde dentro del penal, se planeaban situaciones para afectar acá a afuera a la ciudad, a la población de Ciudad Juárez”, asegura.

Según el experto, los penales operan como una ciudad pequeña donde se planean la mayor parte de las situaciones violentas que llegan a ocurrir fuera.

“Los penales son una ciudad pequeña; dentro del penal se dan casi todas las cosas que ocurren en el exterior con las personas, con los habitantes y los residentes, con muchas situaciones difíciles de solventar”.

El criminólogo Antonio Gómez asegura que actualmente existe un cambio en la manera de asesinar a las personas, ya que en años como 2008 y 2009 había de 10 y hasta 25 crímenes diarios.

Sin embargo, aunque ahora la cifra diaria de homicidios disminuyó, el daño colateral es mayor, debido a que se asesina a personas inocentes, como ocurrió el jueves pasado con la muerte de cuatro personas que trabajaban dentro de la empresa Mega Radio, a quienes dispararon sin miramientos, por el simple hecho de estar en ese lugar.

“Tenemos víctimas primarias que son los familiares directos, las víctimas secundarias que son la sociedad en general, y víctimas terciarias que son personas que ni la deben ni la temen y tienen que pasar por estos trágicos sucesos”, explica el especialista.

Recalca que las autoridades actualmente se deben de enfocar en las medidas de prevención de la violencia, como ocurrió años atrás, cuando los hechos delictivos disminuyeron.

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Largo conteo

De acuerdo con el seguimiento periodístico de EL UNIVERSAL, las masacres y ataques más destacadas que han ocurrido en los últimos 14 años han dejado 164 víctimas mortales.

Por mencionar los casos más sobresalientes, el 13 de agosto de 2008, un comando acribilló a nueve personas dentro del Centro de Rehabilitación CIAD, en la colonia Primero de Septiembre, en el cruce de las calles Barranco Azul y Casa de Janos.

Un año más tarde, en 2009, al menos 17 personas murieron en otro ataque armado a inicios del mes de septiembre en otro centro de rehabilitación llamado “Aliviane”, el cual estaba ubicado en la calle Uranio. Según se informó en ese entonces, hombres armados llegaron al lugar y ejecutaron a todos los internos del lugar.

Semanas después, el 16 de septiembre, se reportó otro ataque similar en el centro de rehabilitación Anexo de vida A.C, de la colonia Zaragoza. En este lugar fueron asesinadas 10 personas.

El 30 de enero de 2010 ocurrió una de las masacres más crueles que se recuerde, pues en la colonia Villas de Salvárcar, un grupo armado irrumpió en una fiesta y asesinó a 15 jóvenes en una vivienda. La mayoría de ellos eran estudiantes que estaban en una reunión.

El 15 de julio de 2010, las agresiones tomaron tintes de terrorismo, pues un coche bomba explotó en la avenida 16 de Septiembre, dejando como saldo al menos cuatro víctimas, entre policías y paramédicos.

Ese día, presuntos integrantes del grupo delictivo de La Línea disfrazaron a un hombre como agente preventivo y lo lesionaron para usarlo como señuelo y atraer a agentes de la Policía Federal; luego, hicieron estallar el explosivo cuando habían llegado agentes y paramédicos.

En octubre de 2010, un grupo de 15 personas fueron ejecutadas en una vivienda en el fraccionamiento Horizontes del Sur en Ciudad Juárez.

Para julio de 2011 se presentó una masacre al interior del Cereso Estatal número 3, donde 17 reos fueron asesinados.

Según los reportes, dentro del penal se desató una riña que inició el grupo de Los Mexicles, quienes atacaron a los integrantes de Los Aztecas.

Por un tiempo la violencia bajó de intensidad, hasta octubre de 2016, cuando cinco personas fueron asesinadas en una estética de la colonia Terrenos Nacionales. Luego, en junio de 2018, ejecutaron a seis hombres en una vivienda de la colonia Torres del PRI, donde presuntamente se habían reunido para festejar el triunfo de la Selección Mexicana.

En agosto de 2018 fueron encontrados 11 cadáveres, en su mayoría jóvenes, en una vivienda de la colonia Praderas de los Oasis, y en mayo de 2020, seis integrantes de una familia fueron asesinados en la colonia Felipe Ángeles.

En febrero de este año, cuando se realizaba un funeral, un comando atacó el sitio, dejando nueve muertos en una casa de la colonia Luis Echeverría. El último caso de violencia antes de los ataques del jueves pasado ocurrió en junio, cuando un grupo armado asesinó a cuatro comensales en el restaurante Dennys de la avenida Tecnológico.

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