Bien fría, nos dicen, quedó la imagen pública del presidente municipal de Pachuca, Hidalgo, Sergio Baños (PRI), luego de su reciente visita a algunas comunidades con alto nivel de marginación, en las que, además del saludo, fue a entregar cobijas hechas de PET y patrocinadas por una marca. Más allá de lo “ecológico”, nos señalan que al priista le salió el tiro por la culata, pues ante las temperaturas congelantes de la capital del estado, don Sergio utilizó en su visita una llamativa chamarra de una firma francesa, cuyo costo es de 37 mil pesitos, lo que fue descubierto por los más observadores y le valió una granizada de críticas, al considerar una burla vestir caro, pero no tener ni para unas cobijas que no fueran patrocinadas. ¡Caro le salió el outfit!

El secretario incómodo

Mal parado, nos relatan, quedó el gobernador de Zacatecas, David Monreal (Morena), luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador lo citó durante la conferencia mañanera que realizó en el estado, al señalar que, según don David, al final del quinquenio de Alejandro Tello (PRI) mineras hicieron importantes pagos por el impuesto ecológico que el estado impuso a empresas de este giro, pero que “no está muy claro el destino que tuvo ese dinero”, como echando en cara malos manejos. El problema, nos mencionan, es que, al parecer, animado por el discurso anticorrupción, al gobernador se le olvidó aclararle al Presidente que por estas presunciones, en lugar de pedir cuentas al exgobernador y a sus funcionarios, optó por ratificar a Ricardo Olivares como secretario de Finanzas. ¡Ups!

Morenistas acumulan tropiezos

Nos cuentan que en el Congreso de Baja California Sur las divisiones en la mayoría morenista ya se notan y parece que al líder de la bancada, José María Avilés, le cuestan los acuerdos. El encontronazo más reciente, nos detallan, fue por el Parlamento Estatal de Mujeres, que fue aprobado en 2018, pero sin recursos, por lo que la Comisión de Igualdad propuso que se le destinara una partida, tema en el cual don José fue el único opositor, al argumentar que BCS ya tenía grandes avances en paridad, lo que le valió el desdén de sus compañeros, quienes entre un berrinche del morenista aprobaron la iniciativa.