Tijuana.— Llegó en medio de la penumbra. Estacionó su coche para hacer fila. Durmió lo que pudo y despertó un par de horas antes de que arrancara la . Carmen, de 22 años, fue una de las primeras en recibir la dosis en Baja California.

A las 8:00 horas de ayer, los 16 puntos habilitados a lo largo de la entidad comenzaron con la jornada masiva de vacunación contra el Covid-19 para mayores de 18 años.

El estado proyecta convertirse en el primero del país en alcanzar la inmunidad de rebaño, al aplicar la vacuna a más de la mitad de la población.

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Para lograrlo, se pondrá un millón 350 mil dosis de Johnson & Johnson que donó el gobierno estadounidense, como parte del acuerdo entre ese país y México para inmunizar a las ciudades en la frontera. Las inyecciones serán aplicadas del 17 al 27 de junio a mayores de edad, sin ninguna distinción.

Entre los jóvenes vacunados ya se cuenta a Carmen, quien estudiaba en la universidad pública, pero dejó de asistir hace más de un año por la pandemia. Trabajaba como mesera, pero el sitio en donde servía cafés cerró. Ahora, con la vacuna, espera que su vida y la del resto de la población pueda regresar a la libertad que antes disfrutaba.

Carmen, una de las primeras jóvenes vacunadas en Baja California
Carmen, una de las primeras jóvenes vacunadas en Baja California

Para las 10:00 de la mañana, el secretario de Salud estatal, Alonso Pérez Rico, daba su primer informe. Durante las primeras dos horas desde que arrancó la jornada ya se habían aplicado 30 mil dosis, y tres horas antes de cerrar los módulos esa cifra repuntó a 85 mil 862.

La proyección, de acuerdo con el gobernador Jaime Bonilla, es aplicar entre 100 mil y 120 mil vacunas diariamente por 10 días. Para el 27 de junio se prevé que prácticamente 100% de la población estará inmunizada.

Al 17 de junio, la ocupación hospitalaria por Covid-19 en Baja California es de 24.16%, con 299 camas vacantes, 220 ventiladores disponibles, así como 91 pacientes hospitalizados.

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En esta ocasión, los rostros en las filas para la vacuna eran de estudiantes universitarios y de la principal fuerza laboral —en rango de edad— que hay en la entidad, jóvenes adultos de entre 25 y 30 años.

Entre ellos estaba Carlos, quien también pasó la noche en su coche para garantizar que recibiría la vacuna: “Hasta se siente menos miedo, como que estoy así… como que muy feliz, no sé, no sé qué es o por qué, pero así se siente”.