Zacatecas.— En el segundo día que el estado volvió al color rojo en el semáforo epidemiológico, aunado a la implementación de la nueva ley que obliga y regula el uso de cubrebocas, los zacatecanos cambiaron las calles por los centros comerciales.

Este martes se observaron menos personas en las plazuelas y jardines; sin embargo, tal vez por ser inicio de quincena, se observaron largas filas y coches estacionados en centros comerciales, supermercados; también se vio actividad en el comercio en general. Otro de los problemas es que continúan las reuniones familiares o entre amigos.

Preocupa ocupación hospitalaria

Un punto que ha causado alerta entre las autoridades de salud es el alto índice de contagios, que en promedio son 194 diarios, pero también en las últimas cuatro semanas ha repuntado la ocupación hospitalaria en todas las instituciones de salud.

Del 16 al 22 de noviembre se registró el pico más alto de hospitalizados, con 277 pacientes, según el reporte dado a conocer esta semana por las autoridades.

En total, en la entidad hay 442 camas para pacientes Covid, de las cuales actualmente 56% están ocupadas, con 251 hospitalizados, pero 81 de ellos intubados (32%).

En el Hospital 1 del IMSS, los filtros para el ingreso son rigurosos; sólo se permite entrar a pacientes con síntomas del virus. A unos cuantos metros, también se ve movimiento de personas que tratan de ingresar al área de Urgencias no Covid, pero por la cercanía y por seguridad, también se toma la temperatura a todos.

Don Margarito Mauricio, quien desde hace ocho años vende chicharrones y tostadas en la esquina del hospital, ha sido testigo de cómo llegan las ambulancias y las familias.

Relata que la semana pasada, durante tres días, notó a más gente afuera del centro médico. Según dice, eso se debe a que muchos provienen de otros municipios, algunos llegan para hacerse la prueba de Covid, y otros esperan noticias de sus familiares internados.

Angélica “N”, originaria del municipio de Pánuco, a 17 kilómetros de la capital, no se mueve del hospital. Admite que todos los días le dan información vía telefónica sobre el estado de salud de su hijo, de 30 años de edad, quien se encuentra internado en el área Covid.

Ella dice que prefiere estar ahí para que su hijo sienta su presencia. “Creemos que él sabe que estamos con él y le echará más ganas a su recuperación”.

Mientras tanto, lo que no se ha podido contener en la entidad son las reuniones, que se han convertido en uno de los grandes retos de las autoridades sanitarias y municipales.