Centenares de brasileños homenajearon ayer al cantante, guitarrista y compositor Joao Gilberto, el padre de la bossa nova, interpretando la emblemática canción “Chega de saudade”, en el último adiós al artista, que falleció el sábado a los 88 años de edad.

A lo largo de la mañana fueron llegando al Teatro Municipal de Río de Janeiro familiares, amigos, admiradores y curiosos para despedirse de uno de los músicos brasileños más reconocidos internacionalmente, cuyo cuerpo fue velado en el imponente edificio antes de ser sepultado en el Cementerio Parque da Colina, en Niteroi.

Fueron varios los músicos que se acercaron al teatro para dar el último adiós al mayor referente de la bossa nova, el género musical que moldeó la identidad de Brasil e influyó a tantas otras generaciones de artistas, y fue precisamente la música una de las protagonistas de la jornada.

Tanto a las puertas del teatro como en su interior se escuchaban acordes musicales y voces suaves y melódicas que entonaban algunas de las canciones más populares del artista y de la bossa nova, género con fuertes influencias del samba y del jazz.

Varios artistas acudieron al velatorio para acompañar a la familia y despedirse del genio, como las actrices Gloria Pires y Marieta Severo, las cantantes Teresa Cristina y Adriana Calcanhoto y el musicólogo Ricardo Cravo Albin.

La cantautora Adriana Calcanhoto, emocionada por la pérdida del que fue su mentor y fuente de inspiración, agradeció el legado de Gilberto: “Un ejemplo para todos que representa un Brasil muy grande”.

Teresa Cristina declaró que se trataba de un momento emblemático perder al genio en un “año tan difícil para Brasil, con tanta gente burra en el poder”, ya que Gilberto representaba la “belleza, lo contrario a lo que pasa en Brasil hoy en día”.

“No se puede medir el tamaño de su pérdida. Gilberto es la creación de la música brasileña contemporánea y la internacional. La bossa nova es la creación de Joao en voz y guitarra”, apuntó Cravo Albin, uno de los mayores investigadores de la música popular brasileña.

Padre de tres hijos, cuentan sus allegados que Joao Gilberto era dueño de un carácter introvertido y en el terreno artístico era un obsesionado por la perfección, aunque su vida personal estuvo lejos de eso y sus últimos años se vieron empañados por el sabor amargo de una disputa familiar, unas millonarias deudas y diversos procesos judiciales.

La grabación del vinilo en 78 rpm de un compacto que incluía por un lado “Chega de Saudade”, samba compuesta por Antonio Carlos Jobim y el poeta Vinicius de Moraes, y por el otro “Bim Bom”, es considerado como el marco inicial de la bossa nova porque permitió que el género que hasta entonces era conocido en unas pocas casas nocturnas de Río de Janeiro pudiese ser llevado a todo Brasil y al mundo.

La mayoría de músicos y fans que se acercaron a despedirse del artista coincidieron en definirlo como un “ícono” e “inspiración”, cuya música moldeó la identidad de Brasil.

“Joao se impuso en el mercado con su técnica, con una voz sutil, afinada y llevó la bossa al lugar más representativo”, explicó Carlos da Fé, cantante y compositor.

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