Creedence Clearwater Revisited

no sólo se despidió de manera definitiva de los mexicanos, sino que lo hicieron de una forma sencilla, donde fue su música la que hizo vibrar el corazón de casi cuatro generaciones que se dieron cita en el Palacio de los Deportes.

La banda setentera que se hizo famosa por la mezcla del sonido bayou y rock salió en punto de las 21:06 horas e hizo saltar de emoción a todos.

A su arribo, Stu Cook , bajista y uno de los fundadores, ondeó la bandera de México para luego iniciar con "Born on the bayou".

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Fuera de toda parafernalia, sólo sus instrumentos, luces de colores y dos pantallas grandes, los Creedence dieron una magistral muestra de que su música es la que los ha hecho grandes al tocar "Lodi". "Buenas noches cómo están", dijo Cook en Español.

"Hola damas y caballeros, ¿cómo están?, lo siento, hablo español muy mal. Estamos muy felices de estar aquí, vamos a divertirnos mucho esta noche", aseguró el vocalista Dan Mcguinness para entonar " Hey Night".

Vinieron "Long as I can see the Light", "I put a spell on You" y "Down on the corner", el público estaba ya más que enganchado, disfrutando de las melodías, pero sobre todo los veteranos, esos rockeros que no se podían quedar sin escucharlos en vivo y que fueron traídos por sus hijos y hasta nietos, recordando sus épocas de rebeldía en donde la paz era el objetivo primordial, idea que hasta el momento no ha cambiado.

El baterista, Doug Clifford , otro miembro fundador, dejó muy en claro que él como los mejores vinos: mientras más añejos son mejores.

El sonido de la guitarra de Kurt Griffey añadió "miel" para los oídos con el solo que realizó en "Heard it throught the grapevine", donde la palmas lo acompañaron al sonido motown de la rola.

Como si fuera un estadio de futbol, los mexicanos, quienes llenaron el Domo de Cobre, coreaban "Oeee,Oeee, Oeee" hasta que fueron interrumpidos con "Midnight Special", la cual aplaudieron y cantaron.

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En ese momento, las más de 15 mil almas presentes ya estaban como mantequilla en pan, la banda había conseguido lo que era de esperarse, esa conexión que sólo los más experimentados músicos hacen.

Con "Green River" todo mundo sacó sus celulares para dejar en la memoria este momento que no se repitará más.

Tras " Fortunate Son" la banda hizo un leve receso, llevaban aproximadamente un hora tocando, no necesitaron banda telonera, saben lo que son y la historia que han dejado, no por nada son miembros del salón de la fama del rock.

Con "Molina" regresó ese sonido que no han perdido a lo largo de casi 65 años rolando por escenarios. "Gracias bonita chica", dijo el cantante.

Pero "Have You see ever see the rain", clásica entre las clásicas de la banda, hizo que el coloso de la Iztacalco se cimbrara.

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"Los amamos, son ustedes una gran audiencia. ¿Quieren una canción más?", preguntó Mcguinness para dar paso al rock and roll de "Travelin Band" que fue el momento en el que ya toda la gente había entregado el corazón al ser supremo de la música y a los Creedence Clearwater Revisited.

Aquí no hubo gente saltando, tampoco hubo explosiones, no hubo empujones, hubo señoras, señores de más de 60 años, acompañados por hijos cuarentones y nietos millennials; convivieron, disfrutaron hora y media, cantaron, rieron y recordaron grandes tiempos con la banda que ya no pisará un escenario mexicano nunca más.

maf

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