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¡Feliz año nuevo, mamá! es de esas obras que no necesitan grandes elementos escenográficos, debido a que los actores en escena despiertan en el espectador una serie de sensaciones sólo con su interpretación, dejando que la magia del texto haga lo suyo.

“Es una obra intensa, fuerte, habla de una relación no muy agradable entre madre e hija, porque cuando se ocultan cosas de la familia y no salen cuando deben salir se vuelven muy tóxicas, pero cuando surgen causan muchos problemas alrededor de la gente”, explicó Margarita Sanz.

En esta obra escrita por Alex Figueroa, Margarita Sanz da vida a Clara, la madre, y Elizabeth Pedroza a Lola, la hija, dando pie a un duelo de actuación durante el encuentro de estos personajes durante el año nuevo, después de años de distanciamiento.

“Se nota que hay una relación entre rota y no, porque en cualquier relación existe la complejidad del odio y el amor, del rencor y la reconciliación”.

Sanz comentó que esta historia muestra cómo hasta el ser humano más virtuoso puede cometer errores, incluyendo los padres, por eso Clara trata de enmendarlos aunque sea muy tarde.

“Con todo esto es una historia de amor. El odio y el rechazo contiene una relación que fue muy amorosa, y eso no puede no dejar una huella en el corazón, aunque después eso se haya transformado en otra cosa”.

Esta es la segunda temporada de ¡Feliz año nuevo, mamá! pero esta vez representada en el Foro Sylvia Pasquel, por eso Margarita Sanz sabe que esta historia conecta muy bien con el público

“Hay muy buena química entre nosotras, las cuatro actrices involucradas en esto, incluyendo a Carmen Ramos y Elizabeth Franco, estamos trabajando para que las cosas salgan bien y creo que tenemos una buena comunicación, sino no hubiera sido posible ni siquiera la primera temporada”, finalizó Sanz.

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