¿Cómo es correcto decir: todas, todos o todes, amigo, amiga o amigue, compañero, compañera o compañere?

“En esta cuenta apoyamos a la bandita nb (no binaria) y respetamos sus pronombres”: Regina Blandón, actriz.

Este dilema ha llegado al mundo del entretenimiento, con algunas series en las que los personajes ya hablan en modo de lenguaje incluyente, no así en las telovelas, un género tradicional que todavía no lo incorpora.

La guionista Maricarmen Morfín, que ha escrito para Expreso de la mañana y Familia de 10, expone: “El lenguaje incluyente es una respuesta importante y visible de un problema que se viene arrastrando desde hace muchos años en todo el mundo, que es la poca visibilidad de las minorías”.

Quien ve poco viable que esto suceda es el productor Elías Solorio, que ha estado a cargo de proyectos como Familia P.Luche, Vecinos, Mi querida herencia, las telenovelas Abrázame muy fuerte e Infierno en el paraíso, por mencionar algunos; asegura que no es algo que esté haciendo ruido al menos en el ámbito donde él se mueve, además de que no considera que el problema de la inclusión se solucione con el cambio de palabras.

“La lengua está viva. Se transformó antes. Se seguirá transformando. Y con ella ( ojalá ) , nosotres”, mensaje que está en su Instagram.": ILSE SALAS, actriz.

“La realidad es que en nuestro día a día, donde me muevo, no son cosas con las que se complica la existencia la gente, hay grupos que se sienten ofendidos si no se hace de esa manera, pero creo que mientras les tengas el respeto que se les debe tener como personas, cómo te refieras a ellos no creo que tenga gran diferencia”.

Algo en lo que estuvo de acuerdo Maricarmen Morfín, quien comenta que si bien el lenguaje es importante no lo es todo, sino que se necesita una estrategia en los medios de comunicación que sea muy completa y ataque cosas que siguen siendo ofensivas para las minorías en este país, como la comunidad LGBTTTI+, de las cuales se siguen difundiendo imágenes y estereotipos que no son dignos para ellos.

 “Hay grupos que se sienten ofendidos, pero creo que mientras les tengas respeto, cómo te refieras a ellos no creo que tenga gran diferencia”: ELÍAS SOLORIO, Productor.

“Seré muy feliz cuando vea a un miembro de estos grupos protagonizando una serie o película, con una imagen correcta de lo que son. Hemos cambiado el lenguaje, la visión y tengo el gusto de trabajar con hombres muy comprometidos con esta causa y con todos los grupos minoritarios que necesitan ser atendidos”, dijo.

“El guionista tiene que tomar en cuenta qué es lo que se pretende, cuál es la finalidad, se tiene que adecuar a las nuevas condiciones; en plataformas como Netflix ya están varias series incorporando este lenguaje, entonces esta realidad ya nos alcanzó”.

Elías Solorio señala que es muy importante que el uso de un lenguaje inclusivo en los medios no se vuelva una imposición, porque entonces se estaría entrando en un terreno peligroso y la solución sería peor que el problema.

Lenguaje incluyente aún no cabe en las telenovelas
Lenguaje incluyente aún no cabe en las telenovelas
Lenguaje incluyente aún no cabe en las telenovelas
Lenguaje incluyente aún no cabe en las telenovelas
Lenguaje incluyente aún no cabe en las telenovelas
Lenguaje incluyente aún no cabe en las telenovelas
Lenguaje incluyente aún no cabe en las telenovelas
Lenguaje incluyente aún no cabe en las telenovelas

Otra sociedad

La guionista Morfín explica que en sus 33 años como escritora en medios de comunicación, la evolución del lenguaje ha sido abismal, incluso asegura que hay muchas cosas que escribió hace tres décadas que en la actualidad no podrían ser llevadas a la televisión.

Puso como ejemplo al personaje que nació en el programa La caravana, Valente Campillo, un macho misógino que decía cosas como: “Si no me haces caso te voy a voltear el traga maíz pa’l cielo”, que significaba que iba abofetear y a dejar con la boca rota a una mujer, algo que entonces provocaba risa y  de  lo que jamás tuvieron quejas.

“Hoy en día ese personaje está borrado, está nulificado, no podría existir, actualmente trabajo para programas de comedia como Familia de diez, Simón dice o Cándido Pérez, y puedo asegurar que cuidamos mucho cada una de nuestras palabras para no ofender a ningún grupo social vulnerable”, señaló Morfín.

Aguilar Hernández percibe esto como un problema más de fondo: si no se cambia la educación, un lenguaje incluyente no sirve de nada.

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