La no ha incluido este término, pero sí permite su uso: “edadismo”, que se emplea cuando se ejerce discriminación o prejuicio contra una persona por su edad.

Mientras que actores internacionales de avanzada como Anthony Hopkins (de 83 años), Al Pacino (82), o Jane Fonda (84) son aplaudidos, en México ha sido difícil para figuras en torno a las ocho décadas de vida y una larga trayectoria, que se les permita actuar y sea respetada esa decisión.

En mayo pasado, Silvia Pinal y Norma Lazareno, de 91 y 78 años respectivamente, se prepararon para alternar funciones en la puesta en escena Caperucita, ¡Qué onda con tu abuelita!

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Este hecho provocó más respuestas negativas de quienes señalaban que Pinal ya no debía continuar actuando, a pesar de que es la profesión que la ha consagrado como una de las actrices más emblemáticas del país. Para Lazareno, fue un hecho que da cuenta de la sociedad prejuiciosa y hasta machista que existe en la actualidad.

“Hubo muchos ataques a ella y creo que hubo machismo, porque, por ejemplo, todos se admiran de Ignacio López Tarso, un gran actor, super actor, pero igual tiene más de 90 años y no lo atacan por eso”, lamenta la actriz.

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