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Mientras en México el minuto de doblaje cuesta, aproximadamente, 30 dólares, en otras partes de América Latina puede ser la mitad.

Por eso muchas empresas de televisión eligen países como Chile, Colombia, Argentina, Perú, Puerto Rico, Venezuela y ciudades como Miami y Los Ángeles, para hacer el doblaje de series.

Hacer que los diálogos en un programa cambien del idioma original al español es un trabajo meticuloso, cuando se hace bien.

Sin embargo, en los últimos cincos o seis años la demanda de programas creció tanto que los tiempos se volvieron feroces, la paciencia poca y la meticulosidad un lujo.

Por esa razón los fans de las series han tomado las redes sociales para quejarse de los malos doblajes. Voces que no embonan con el actor en la pantalla, sincronía torpe, palabras mal usadas y hasta inventadas son algunos de los señalamientos.

México sigue siendo el principal país elegido para doblajes y en el último lustro las casas de doblaje se han duplicado, sin reglas, sin regulaciones y con mucho trabajo.

Tomando en cuenta que existen, al menos, 55 canales de tv de paga con un promedio de 10 series y que cada programa tiene 13 capítulos de, por lo menos, 30 minutos, el resultado son 8 mil horas para doblar.

Eso sólo representa las temporadas actuales y sin contar las producciones que tiene Netflix.

Las más de 20 casas de doblaje que existen en México enfrentan un proceso que inicia con el “cliente” (canal o servicio de streaming), quien es el único encargado de vigilar la calidad del trabajo.

Algunos actores de doblaje reconocieron que son los clientes los que no prestan tanta atención al doblaje. Love Santini es una actriz y directora de doblaje con más de 30 años de trayectoria y cuenta cómo se ha sorprendido de la dinámica de algunos clientes.

“A veces pide cosas raras. Piden voces que ellos quieren porque ya conocen pero nosotros sabemos que no va. Hasta nos han pedido dejar cosas mal dichas. A mí me daba pena, a veces pedimos que no digan que nosotros hicimos la dirección. He tenido direcciones donde me pidieron, literal, que la gente hable como forzado, porque el doblaje original se hizo en Venezuela”.

Sin una regulación oficial, los clientes eligen a los directores, quienes a su vez se enfrentan a la elección de los actores.

“A veces sabes con quién querrías trabajar y le quedaría perfecto pero sabes que es muy complicado trabajar con él o ella, porque no tienen tiempo, no son disciplinados, así que eliges a otro”, explicó Santini.

Jessica Ángeles tiene experiencia como actriz de doblaje desde que era niña, ahora tiene más de 20 y dirige, sin embargo, concuerda en que existen dinámicas complicadas entre los actores.

“Hay una sobrepoblación de actores jóvenes y sin mucha experiencia, además de que en las casas de doblaje es difícil encontrar lugares donde te paguen bien”, comentó.

Sueldo sin reglas. En teoría, las casas de doblaje deberían trabajar con base en los tabuladores de la Asociación Nacional de Actores (ANDA), sin embargo, no todas trabajan con apego al sindicato.

“Hay lugares donde te tratan mal y hasta desvalorizan tu trabajo, yo hice la voz de la protagonista de Supergirl, pero salí mal de la empresa, así que renuncié”, dice Ángeles.

El trabajo de los actores de doblaje se mide en loops, lo que representa 15 segundos de voz o 15 palabras y de ahí comienza el conteo.

Desireé González tiene seis años desde que salió de la escuela de doblaje Allegro y ha participado en varios programas.

“Es un proceso en el que tienes que hacerte ver, que los directores te conozcan, ellos a veces reconocen que pues te llaman porque lo haces bien aunque seas nuevo”.

La joven contó que el trato con los directores también es complicado.

“A una compañera la invitaron a hacer un doblaje de una serie completa, de un personaje principal, hizo 13 capítulos y al final le pagaron 200 pesos, el director que la invitó le dijo que pensó que no sería tan manchado. Si eso te lo dice el mismo director, qué te puedes esperar. También hay muchos colegas nóveles que no lo hacen bien, pero se llevan bien con el director”.

Sin un apego a instituciones oficiales, ni un ente regulador entre las casas de doblaje, los dueños y directores eligen cómo trabajar y cuánto cobrar. Los canales de televisión reconocen que la importancia de doblar sus producciones radica en que llegan a más personas.

Para A+E Networks el doblaje se define por una cuestión de territorios, más que de presupuestos. De acuerdo con Eduardo Ruiz, presidente de A+E Networks Latin America, la mayoría de producciones se doblan en Venezuela, ya que su oficina central tiene estudios allá.

“Estamos pendientes del doblaje y de los comentarios que tenemos respecto a ellos. Por ejemplo, en History tenemos producciones sobre el sur de EU y ahí tienen un acento particular, y decidimos que ese mismo acento se escuche”, comentó.

Es así como el doblaje es calificado por las propias empresas y en el proceso se tienen que enfrentar a varios obstáculos.

“No hay tan buena calidad porque a veces no nos da el tiempo. A veces no hay buenos traductores. Yo tengo que creer en lo que dice la traducción. Yo no me animo tanto a cambiar el guión”, agregó Santini.

Para este trabajo se buscó a directores de casas de doblaje como Candiani, para tener una versión desde dentro y no hubo respuesta.

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