Desde los sectores más profundos en los equipos de Josefina Vázquez Mota y del CEN panista, se discuten los posibles escenarios en los próximos, determinantes y últimos días de la campaña.

Parece existir un acuerdo entre todos los panistas para negar públicamente los números que en la mayoría de encuestas colocan a la candidata en una franca derrota que la podría llevar hasta el lejano cuarto lugar de la elección y declarar, en cambio, que existen “otros números” que nadie, salvo ellos, conocen y que la mantienen competitiva.

Sin embargo, el planteamiento de una declinación a favor del PRD, es un tema que cobra mayor fuerza al interior del PAN, buscando ganar adeptos en los círculos más cercanos a Vázquez Mota, para intentar convencerla de una última jugada.

Juan Zepeda ha sido la gran sorpresa en el Estado de México; hace apenas unos tres meses, actores políticos, analistas y periodistas, me incluyo, dábamos por muerto al candidato que hoy resucita al PRD y provoca ultimátums de Andrés Manuel López Obrador que son contestados y, luego, convertidos en votos para el Sol Azteca

Zepeda resultó ser un tipo fresco y creíble, con la sencillez del que no tenía nada que perder pudo arriesgarse a dar declaraciones que lo fueron posicionando entre los punteros, por ejemplo: llamó a Delfina Gómez a unirse a su campaña con la autoridad moral de haber convocado, desde antes de la definición de candidatos, a Morena para formar un frente amplio de izquierdas que, de haberle hecho caso, hoy tendría al partido de López Obrador como el puntero indiscutible de la elección.

Pero a Zepeda lo ningunearon en Morena y al romperse la posibilidad de una alianza PAN/PRD en el Estado de México, a la que Zepeda se opuso desde el principio, lo dejaron con una candidatura para, al menos, tener una “presencia testimonial” del PRD en la elección. Sin embargo el candidato resultó mucho más que lo esperado.

Una posible declinación de Vázquez Mota a favor de Zepeda cambiaría el escenario actual de dos a tres punteros en la elección y pondría en aprietos a Alfredo del Mazo que poco a poco ha ido ganando valiosos puntos debido a los discursos radicalizados de López Obrador y no gracias a su propio desempeño en la campaña.

El perredista podría ser la opción de una tercera vía idónea para el voto útil de los indecisos, que si bien no apoyan la continuidad del PRI en el Estado, tampoco simpatizan con la propuesta de Morena.

Sin embargo, la muy remota posibilidad de la declinación no garantiza de ninguna forma el triunfo para Zepeda y, aunque bien podría facilitar la negociación para una posible alianza del PRD/PAN en 2018, también pondría al partido azul en contra del gobierno federal para el cumplimiento de acuerdos fácticos en un frente común de varias fuerzas contra AMLO en la elección presidencial.

DE COLOFÓN.— El equipo de Vázquez Mota tiene, empero, un as bajo la manga después del cuatro de junio: hay elementos, dicen, para tumbar la elección entera y forzar a una segunda vuelta de borrón y cuenta nueva.

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