La designación del Primer Ministro es sin duda la mas importante primera decisión del gobierno del Presidente Emmanuel Macron: Edouard Philippe político de centro derecha del partido gaullista Los Republicanos, Diputado y Alcalde de Le Havre, asume el cargo de Jefe de Gobierno. Definiciones, apoyos y críticas eran de esperarse cuando el Presidente, único sin partido en la historia de Francia y al margen de las divisiones izquierda-derecha, toma la decisión que le otorgan sus prerrogativas como Presidente y Jefe de Estado en un escenario con mayor complejidad e incertidumbre.

La tarea del Primer Ministro en sus primeras 48 horas desde su nominación, es enorme. Deberá integrar su gabinete, con la novedad de que de acuerdo con lo prometido por el Presidente Macron deberá ser paritario en género y paritario en experiencia política, es decir habrá rostros nuevos y de conocidos políticos. Pero el tema es también que tendrá que ser un gabinete de centro derecha y de centro izquierda, la novedad será la combinación de todos estos elementos en un gabinete que pueda dar resultados y en el que la experiencia apoya. Hay avances, el Presidente y el Primer Ministro afinan detalles, ya se barajan nombres, pero el anuncio se hará el miércoles a las 15:00 horas. El nombramiento del gabinete marcará políticas, el objetivo: renovación y recomposición: izquierda-derecha.

En cuatro semanas, menos dos días, tendrá lugar la primera vuelta de la elección parlamentaria de la Asamblea Nacional (11 de junio) y una semana después la segunda vuelta (18 de junio) para la elección de los 577 diputados. A esta elección se le ha llamado la “tercera vuelta” por ser este el final del proceso político electoral que define la relación entre el Presidente, Jefe de Estado, y el Primer Ministro, Jefe de Gobierno. Macron requiere de una mayoría para gobernar. En Francia en dos ocasiones el Presidente ha carecido de mayoría de su partido en la Asamblea Nacional, por lo que designó a un Primer Ministro de un partido de oposición, dando lugar a lo que se ha llamado la cohabitación, con la que gobernaron el Presidente Francois Mitterrand del PS en los ochenta, (con Jacques Chirac como Primer Ministro) y el Presidente Jacques Chirac del RPR (con Lionel Jospin del PS como Primer Ministro). Hoy el escenario es mucho más complejo por la debilidad de los partidos y por la llegada al poder de un Presidente sin partido.

La turbulencia política de tan importante elección legislativa, este 2017 es inédita. Con el triunfo de un Presidente sin partido pero con una fuerza política hasta hace poco inimaginable, los partidos de izquierda PS y de derecha LR y UDI buscan prevalecer como fuerza política. Intentan LR y el PS que nadie pretenda aliarse o ser diputado de “La República en Marcha” de Macron. Sólo Modem, escisión de la derecha, mas moderada, que encabeza Francois Bayrou ha hecho alianza con Macron con 40 candidatos a diputados. Pero al interior de izquierda y derecha hay realineamientos. Los movimientos políticos de Macron pueden hacerlos explotar.

Los Socialistas y Los Republicanos requieren como nunca un número considerable de escaños en la Asamblea Nacional para continuar siendo fuerza política relevante, se juegan su futuro político en esta elección. Tienen enfrente una nueva generación de políticos que estarían naciendo, inventando algo que nadie sabe qué es, pero están en medio creando algo nuevo, según afirma Pascal Perrineau reconocido en analista en ciencia política. El triunfo de Macron es una amenaza para los dos grandes partidos, LR y PS, algunos de sus reconocidos políticos se plantean ya renunciar y aliarse con Macron. El caso más conocido es el del Ex Primer Ministro Manuel Valls, prácticamente expulsado del PS cuando manifestó disposición a ser candidato de La República en Marcha, que primero lo rechazó y luego lo aceptó sólo como aliado, sin postular a nadie en su circunscripción. Alrededor de 20 candidatos del PS han sido nominados por LRM para llevar los colores de Macron.

El Presidente Macron ha caracterizado su movimiento como no siendo de izquierda ni de derecha, lo que alienta a políticos de ambas formaciones a dimitir y a formar parte del movimiento La Republique en Marche que tiene hasta ahora 428 candidatos de los 577 que deberán ser electos. El próximo viernes cuando se cierre el registro se dice llegará a los 577, la mitad de ellos mujeres como se comprometió Macron. El LR y el PS tratan de impedir que sus militantes vayan a la elección con los colores de Macron, debilita a los partidos y fortalece al Presidente.

Secretario General de LR/ Bernard Accoyer, afirma respecto a la nominación de Edouard Philippe como Primer Ministro, que “él mismo se coloca fuera de nuestra familia politica, Los Republicanos”.

Candidato del PS/ Benoit Hamon, dice que el lugar de la izquierda no está ni en su gobierno ni en la mayoría que lo podría sostener, la democracia francesa está enferma.

Pero la crisis política en Francia, la forma en que se desdibujan y pierden influencia los partidos políticos tiene sus peculiaridades. Es distinta a la de España, Italia o España, incomparable con Grecia por su naturaleza. A pesar de ello es una crisis francesa inédita que llama a una revisión y recomposición de la actividad política. El triunfo de Macron así lo impone. Las políticas partidarias han quedado desestabilizadas por nuevas fuerzas sociales, nuevos proyectos o planteamientos, de Macron y su movimiento. El Presidente, sin partido, que el domingo asumió su mandato por cinco años,en el Palacio del Eliseo requiere una mayoría para gobernar, pretende construir una coalición estable en la que se integren derecha e izquierda.

Los partidos populistas de ultraderecha fascista y ultraizquierda buscan también tener peso en la Asamblea Nacional. El Frente Nacional de la candidata perdedora Marine Le Pen, que actualmente tiene dos diputados, pretende llegar a por lo menos 30 para tener cierta influencia en las decisiones de gobierno. El movimiento ultraizquierdista Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon carece de diputados, no existía como formación política, pero su radical dirigente busca un número de escaños que permita a su formación la cohabitación con el gobierno de Macron para ocupar el cargo de Primer Ministro, sin embargo se calcula alcanzará alrededor de otros 30 diputados del total de 577 que integran la Asamblea Nacional.

Candidato de FI/ Jean-Luc Mélenchon, estimó que la designación de Philippe, es una anexión del presidente a la derecha , llama a no darle plenos poderes, “una cohabitación es necesaria, con una izquierda mayoritaria.” Ha dicho que él debe ser el Primer Ministro.

Candidata del FN/ Marine Le Pen, “es una alianza sagrada de viejas derecha e izquierda, unidas en su voluntad de mantenerse a cualquier precio… para continuar las mismas políticas… “

Lo que acontece con la designación del Primer Ministro, no es sino el primer paso del presidente que no gobernará por la izquierda ni por la derecha, en un escenario en que el Partido Socialista, Los Republicanos y Modem viven el mayor sacudimiento de su historia, de la que podrán salir adelante al adaptarse o bien entrar en lo que podría ser el principio del fin de esas fuerzas partidarias. Porque ciertamente, la elección de Macron deja atrás la división izquierda-derecha como definición fundamental.

Edouard Philippe, Primer Ministro, pertenece (o pertenecía) a LR, aunque su formación política de origen fue social-demócrata con Michel Rocard y a partir de 1995 en la elección de Jacques Chirac ha dicho, se convenció de que los valores fundamentales, como libertad y autoridad, se encuentran a la derecha. Se le puede definir ahora como un político de centro y tendrá que serlo para poder gobernar con izquierdas y derechas en crisis, tiene vínculos con las dos fuerzas, siendo el hombre mas cercana a Alain Juppe que fuera Primer Ministro. Philippe buscaría una política de recomposición y de alianzas no de enfrentamientos.

Son posibles tres escenarios: (1) El Presidente Emmanuel Macron, el primer Presidente sin partido requiere mayoría en la Asamblea Nacional para gobernar. Macron alcanza mayoría en la Asamblea Nacional y no tendría que hacer más alianzas que las ya realizadas y otras por venir para las candidaturas de cuadros políticos provenientes de izquierda y derecha. Lo que equilibraría un número de diputados electos en las filas del movimiento de Macron. Esta sería la apuesta del Presidente, para contar con una mayoría en la que habría también políticos de derecha y de izquierda. Se ha hablado de que pretende hacer explotar a LR, mientras ha hecho alianzas con Modem y posiblemente con Juppé mentor del primer Ministro. Por eso Macron habría dejado abierto un número importante de posibles candidatos, lleva hasta ahora 428 de los 577 que integran la Asamblea Nacional. En este primer escenario Macron logra una mayoría que se podría llamar híbrida.

(2) El segundo escenario sería el de una cohabitación de derecha, revancha soñada por LR. Hay quienes suponen que Los Republicanos podrían alcanzar mayoría y por tanto habría cohabitación con la designación de un Primer Ministro de sus filas. Esa es su apuesta aunque la posibilidad se considera remota, aunque el Partido Los Republicanos hasta ahora se aferra a la esperanza de una revancha en las urnas para imponer a Macron una cohabitación.

(3) Pero si ningún partido o fuerza política tuviera mayoría en la Asamblea Nacional, Macron tendría un nuevo escenario que lo obligaría a negociar con dos o mas partidos para lograr una mayoría sobre la base de acuerdos político o bien formar coaliciones temáticas. A lo que hay agregar la dificultad que supone la crisis de identidad de los dos principales partidos, el Socialista y Los Republicanos. Este sería el escenario más complejo para el nuevo Primer Ministro.

Las dos fuerzas de populismo extremo de derecha e izquierda dificultarán los acuerdos de la Asamblea Nacional, pero que no logran imponer mayorías permanentes, ni temáticas. Los diputados de Le Pen y Melénchon no modificarían sustancialmente ninguno de los tres escenarios anteriores, pero estarían permanentemente en la obstrucción política, con mayor o menor fuerza dependiendo de los escaños logrados. Le Pen y Melenchon, los dos extremos se acercarán.

La designación de Edouard Philippe como Primer Ministro ampliar y reequilibrar la mayoría presidencial en la Asamblea Nacional. En la elección legislativa del 11 y 18 de junio se podrán medir los efectos de esta operación.

Periodista y analista internacional

Google News

Noticias según tus intereses