Tlaxcala.— llegará al gobierno de Tlaxcala con un plan de reingeniería que considera darle más presencia a la mujer y colocar a la entidad más pequeña del país en los reflectores por su desarrollo.

El tema de la mujer, subraya Cuéllar Cisneros, estará integrado en Bienestar y cambiará el sistema para ajustarlo a los programas de la Federación.

La gobernadora electa asegura que sí hubo dificultades para ganar los comicios pasados, pues hubo intervención del gobierno saliente en el proceso electoral, con personas encapuchadas que pretendían reventar la elección

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¿Cómo fue el camino para llegar a la gubernatura? 

—Soy una mujer con metas muy claras y cuando quise ser presidenta [municipal] me costó también un tiempecito y lo logré. Después quise ser senadora y ahora tenía como meta ser gobernadora. Sí, la verdad es que cuesta mucho, pero hoy soy la mujer más votada en todo el país.

En la campaña pasada [2016], en la que participé con Mariano González, denuncié que si me pasaba algo el responsable directo iba a ser él. Tuve tres atentados, fue una campaña violentísima; tuve a 16 compañeros en el hospital, carros baleados, cosas que nunca hubiéramos pensado que ocurrieran en Tlaxcala.

¿Esa condición de violencia política y de género se superó en la elección pasada? 

—No, a pesar de que participé con mujeres, que eso es lo más triste. Yo hubiera querido que participáramos en la misma igualdad de circunstancias, no con más recursos, ocupando al personal del gobierno del estado.  Ese día [6 de junio] fue muy angustiante porque me avisaban: ‘Están llegando encapuchados, gente armada y gente que nos quiere golpear, robar las urnas’. La idea de ellos era quemar todas las urnas, se veían perdidos y quemaron creo que 25 urnas, si no, hubiera tenido todavía mayor votación. Ese día no fue fácil”.  

"Yo hubiera querido que participáramos [en las elecciones del 6 de junio] en la misma igualdad de circunstancias”

¿Cuáles son los elementos que identificarán al gobierno de Lorena Cuéllar? 

—Yo quiero ser una gobernadora que pueda estar constantemente visitando nuestros municipios; soy muy apapachadora, ellos son mi energía. Ayer que estaba trabajando en la reingeniería de la administración decía: ‘Quiero continuar visitando los municipios, escuchar a la gente y, sobre todo, seguir siendo una mujer sensible’.

¿En qué consiste la reingeniería para el gobierno local? 

—Trata de que haya responsables para cada una de las áreas; por ejemplo, hoy quién es responsable del río Zahuapan, qué persona o qué área, podemos decir medio ambiente, sí, pero tiene que haber un responsable.

Vamos a quitar varias áreas que no son prioritarias y vamos a fortalecerlas de manera que se unan con el gobierno federal, porque de esa forma vamos a ser más fuertes y a resolver las cosas a la brevedad y, sobre todo, los recursos no se van a duplicar. 

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¿Habrá una secretaría de género o igualdad, o una del medio ambiente? 

—Del medio ambiente sí, porque tenemos un problema muy grave en el tema de nuestro río La Malinche y estamos haciendo esa reingeniería en cada dependencia para que no impacte económicamente al crear una secretaría más.

El tema de la mujer será una parte importante en Bienestar, donde vamos a conjuntar todo lo que tenga que ver con el bienestar de las familias, y ahí viene el área de apoyo a la mujer.

¿Qué áreas suprimiría del gobierno local para unificar con el gobierno federal? 

—Ayer hablaba con la secretaria de Cultura, me decía: ‘Es que me encantaría que Tlaxcala tuviera una Secretaría de Cultura” y lo vamos a hacer, está dentro de mi proyecto porque la cultura tiene que ser el arma, la herramienta más maravillosa para atraer el turismo. 

"Quiero continuar visitando los municipios, escuchar a la gente y, sobre todo, seguir siendo una mujer sensible”

¿Cómo será la confluencia entre las dependencias de gobierno?

—Vamos a trabajar de la mano gobierno estatal y gobierno federal, y de esa manera todos los problemas habrán de tener una proyección e ir evaluando, porque también voy a tener un programa de análisis y de supervisión para ver quién está cumpliendo y qué metas hay en cada una de las áreas.

¿Cómo hará para lograr un equilibrio entre la política del gobierno federal y el gobierno local?  

—Seré una gobernadora que veré por todos los sectores; sin embargo, en mi política y la del presidente Andrés Manuel López Obrador es ir acabando con la pobreza.

En Tlaxcala hay 199 mil personas en pobreza extrema y es a ellas a las que también tengo que llegar y que nuestras políticas públicas también lleguen a disminuir esa pobreza que hoy tenemos en Tlaxcala.

La vimos con el gobernador saliente, Marco Mena, en un proceso de transición, ¿qué fue lo que hablaron? 

—Para mí era muy importante ser la primera  de todo el país, y así queremos que a Tlaxcala lo volteen a ver porque fuimos los primeros. Espero que sea una transición tersa, porque a Tlaxcala le conviene que haya gobernabilidad, pero eso dependerá de cómo se venga todo lo que vamos a recibir. 

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Hablamos de varios problemas que existen, en qué lugares hay más delincuencia, en qué lugares se requiere, por ejemplo, poner atención, en qué focos; hablamos del regreso a clases que ya está también a la vuelta y que me va a tocar también a mí, prácticamente.

 En transparencia y rendición de cuentas mencionó que si hay necesidad de emprender acciones lo hará...

—Ahora hay denuncias interpuestas que se persiguen de oficio, no me compete darle seguimiento, pero si hay algún acto o alguna situación tendremos que presentar lo correspondiente.

A mí no me tocará juzgar, nosotros tendremos que cumplir si hay algo que no sea lo correcto, pues desde luego no puedo firmar o no me puedo hacer responsable de alguna cosa que yo vea incorrecta.  

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¿Después de la gubernatura, qué sigue para Lorena? 

—Nada, descansar, tener vida, así como he tenido muy claras las metas de a dónde voy y qué es lo que quiero, también me queda muy claro que pasando estos seis años quiero tener una vida normal en la que pueda estar alejada de todos los reflectores, las reuniones y opiniones políticas, de absolutamente todo.

"En Tlaxcala hay 199 mil personas en pobreza extrema y es a ellas a las que también tengo que llegar”